Dos ejemplares de pavón (Oreophasis derbianus), especie en peligro de extinción, nacidos en cautiverio, fueron liberados en la reserva de la biosfera La Sepultura, donde también se preserva el jaguar, el quetzal y el mono araña, especímenes emblemáticos y protegidos de la fauna de Chiapas.

La liberación de los pavones se inserta en el programa de reintroducción de la especie en nuevas áreas naturales protegidas, con la finalidad de garantizar su repoblamiento y conservación.

Los pavones fueron liberados en la zona núcleo Cerro Bola de La Sepultura, una zona donde predomina el bosque mesófilo y posee las condiciones para el desarrollo y reproducción de esta especie catalogada en peligro de extinción por la NOM 059/2010.

La reintroducción a su hábitat forma parte de las acciones de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a través del programa de Acción para la Conservación de la Especie, que asume el monitoreo de poblaciones en áreas de conocidas, de prospección en nuevas áreas y de difusión sobre su problemática.

De acuerdo con la Conanp, esta ha sido la primera ocasión que se devuelven a su ecosistema ejemplares de este especie que nacieron en cautiverio.

El pavón es endémico del sur de México y Guatemala. Se tienen registros con poblaciones significativas en las reservas de la biosfera El Triunfo y el Volcán Tacaná, y recientemente en el Área de Protección de Flora y Fauna La Frailescana, que integran un corredor biológico fundamental para preservar la especie.

El ave, que es conocida también como “unicornio de los bosques de niebla” o “pavo de cacho”, es el espécimen frugívoro más grande que habita en el bosque mesófilo. Con su actividad dispersa las semillas a distancia que permite preservar los ecosistemas.

La reserva de la biosfera La Sepultura es un área natural protegida, decretada como tal el 6 de junio de 1995. Se asienta en los municipios de Villacorzo, Villaflores, Jiquipilas, Cintalapa de Figueroa, Tonalá y Arriaga, ubicados en las regiones Sierra, Valle y Costa.

En esas extensiones boscosas habita también el majestuoso quetzal, que al igual que el pavón, está envuelto en los mitos y leyendas ancestrales de las comunidades. La sepultura es hogar también de varias especies endémicas de flora y fauna: el gorrión azulito, la chatilla, la culebra listada, la salamandra de tres picos, la espadaña y el pinabeto.

En la espesura verde conviven distintas especies como la ardilla voladora y otras más que se encuentran en peligro de extinción como el jaguar, el tapir, el mono araña, el ocelote, el águila solitaria, el zopilote rey y el pajuil.


Clausuran ecoparque. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Hidalgo clausuró el Ecoparque de Convivencia Tizayocan, debido a que no se acreditó la legal procedencia de algunos ejemplares, al igual que se detectaron faltas al trato digno y respetuoso de los animales.

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