Culiacán, Sin.- Sandra Luz, destinó sus últimos 21 meses de vida, en la búsqueda del segundo, de sus cinco hijos, Edgardo “G”, de 24 años de edad , su activismo e investigación la llevó a su muerte, una docena de disparos a corta distancia acabaron con ella.

Edgardo Guadalupe, recién casado de 24 años de edad, con cargo de auxiliar de la Procuraduría de Justicia del Estado fue sacado de su hogar, en la colonia Progreso de esta ciudad por un grupo armado, por lo que su madre, se convirtió en activista.

A cuatro años del asesinato de Sandra Luz Hernández, en una de las calles de la colonia Benito Juárez, donde había sido citada por una voz desconocida para revelarle el paradero de su hijo, un reducido grupo de activistas de derechos humanos y rastreadoras la recordaron.

En el kiosco de la plazuela Alvaro Obregón, a un costado de catedral, los activistas de derechos humanos, colocaron fotos de la víctima e iniciaron un ayuno de doce horas, en demanda de justicia por su asesinato, un 12 de mayo del 2014.

Nueve días después de su muerte, su presunto homicida, Jesus Fernando “N” fue detenido, con un arma nueve milímetros que utilizó, sin embargo, nueve meses después, un Juez le decreto el auto de libertad por falta de pruebas.

El ex presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Oscar Loza Ochoa dijo que este caso cala, puesto que Sandra Luz Hernández, asumió la investigación del paradero de su hijo, aportó pruebas, sobre los presuntos responsables y la autoridad no actuó.

Su esposo, Guadalupe García, junto con el resto de sus hijos, huyeron de la ciudad, ante el temor de ser víctimas de los homicidas de su cónyuge y de la desaparición de su hijo Edgardo Guadalupe, por lo que el expediente de su asesinato no se ha movido.

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