La Diócesis de San Cristóbal de las Casas ha emprendido una campaña de recolección de víveres, enseres y ropa para los tzotziles desplazados de sus comunidades, por el conflicto de límites territoriales en las comunidades de Chalchihuitán y Chenalhó, informó el obispo Felipe Arizmendi Esquivel.

En conferencia, el prelado indicó que son cerca de 5 mil los indígenas que han dejado sus hogares y se han refugiado en las montañas con condiciones precarias.

“Por ahora, sólo los sacerdotes de Simojovel, Marcelo Pérez Pérez, y de Chalchihuitán, Sebastián López, han ingresado donde se encuentra la gente desplazada y aseguran que han contabilizado alrededor de 5 mil pobladores”, dijo Arizmendi.

Los desplazados, agregó, son ancianos, niños y mujeres embarazadas, quienes sobreviven en las montañas en  chozas de plástico bajo las inclemencias climáticas y donde ya hay varios menores enfermos de males respiratorios.

El obispo señaló que la ayuda humanitaria será distribuida por los sacerdotes que trabajan en la región de los Altos de Chiapas y especificó que se requiere de víveres como maíz, sal, harina de maíz, agua y frijol, pero también medicinas y cobertores.

El obispo hizo un llamado a los habitantes de Chenalhó y Chalchihuitán para que a través del diálogo resuelvan sus diferencias, pero “no con violencia, no con armas, sino con respeto y armonía”.

El conflicto surgió hace más de 40 años cuando la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) dio títulos de propiedad a tzotziles de Chalchihuitán, pero los habitantes de Chenalhó aseguran que esas tierras son suyas.

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