Faltan casi dos kilómetros para llegar a la caseta de San Martín Texmelucan, sobre la autopista México-Puebla y un hombre hace señas a los conductores y algunos se detienen. Metros adelante, un hombre se atraviesa cargando un par de garrafones con combustible, se acerca a un tráiler estacionado y se los entrega al conductor.Ambos sujetos ofrecen hucachicol.

Este es uno de los municipios que abren al Triángulo Rojo, la mayor zona de disputa de grupos por el huachicol o extracción de hidrocarburos. Ahora la zona está inundada de propaganda del PRI, PAN, Morena, PT y PES, que aparece colocada en autos, negocios, ventanas, postes y hasta en árboles.

Todos saben que hay huachicoleros en la comunidad, pero pocos quieren hablar de ellos. Hasta ahora, sobre combate al huachicol, pocos poblanos han escuchado las propuestas de los tres principales candidatos, quienes prefieren no hacer memoria.

En el tianguis de San Martín Texmelucan, uno de los más grandes de latinoamérica con más de 20 mil puestos, Marina, quien es comerciante ,dice que los mensajes se han centrado en la inseguridad.

“A nosotros no nos interesa mucho eso de la campaña, no vamos a los mitines, nada más cuando nos lo pide el líder de los comerciantes, incluso hasta nos pidió la copia de nuestra credencial del INE”, dice.

Aunque Enrique Doger, candidato del PRI se pronunció sobre el problema de huachicol, al que coloca como generador de inseguridad, el 3 de junio desde la capital poblana, aseguró que en los gobiernos príistas las tomas clandestinas de Pemex eran alrededor de cien por año, mientras que durante el mandato de Rafael Moreno Valle llegaron a ser mil 700ñ. No precisó la manera de combatirlo.

Han pasado más de siete años desde que 31 personas murieron (19 de diciembre de 2010) tras la explosión de un ducto en ese municipio, y aún ahora, al realizar un recorrido por la zona, el problema de huachicol persiste.

Apenas el 2 de mayo, la Policía Estatal asumió la seguridad municipal, luego de que 113 falsos policías municipales fueran detenidos, a quienes se investiga por su supuesta relación con huachicoleros.

“Por algo aquí ha ocurrido tanto movimiento en los últimos meses, el municipio se ha vuelto estratégico, tanto para el hucachicol, como para las elecciones”, comentó Antonio, quien trabaja en el municipio.

Es así como en las inmediaciones de la colonia La Purísima se puede observar cómo varios sujetos a bordo y a un costado de camionetas estacionadas son a quienes se recurre para comprar ese combustible ilegal.

Para Juan, vecino de la zona, no es un secreto que sobre la avenida San Miguel Lardizábal se vende combustible ilegalmente; él mismo ha sido cliente. “Una sola vez compré, fue un garrafón con 10 litros de diésel, me lo dieron a 100 pesos y desde entonces me dicen huachicolero”, relata.

Las autoridades han señalado que los municipios de Tepeaca, Palmar de Bravo, Quecholac, Acatzingo, Acajete y Tecamachalco son los que componen principalmente el llamado Triángulo Rojo, pero debido a que Pemex decidió cerrar ductos de esas comunidades en 2017, por la violencia que se desató en la región con enfrentamientos entre delincuentes y militares, el movimiento tuvo que migrar.

Ahora se encuentran en la Sierra Norte del Estado y hacia San Martín Texmelucan. Sobre todo por los 11 kilómetros de ductos que pasan por el municipio y su cercanía con la Ciudad de México.

“Todos sabemos que en todo el estado hay huachicoleros, sólo basta salirse un poco del centro y no damos cuenta que salen y salen de la sierra camiones con contenedores llenos de gas, diesel o gasolina”, platica Ana, habitante del municipio de Santa Rita Tlahuapán.

Esta situación generó una crisis de inseguridad que derivó en que el pasado 5 de junio el presidente municipal, Rafael Núñez, pidiera licencia, ya que es investigado por la Fiscalía General del Estado ante posibles nexos con la delincuencia organizada.

Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) señalan que los delitos del fuero común publicadas, a partir de julio de 2017, inició una ola de violencia que no ha cesado en la región por el número de homicidios y robo en varias modalidades.

“Nosotros promovemos el voto a favor de Morena, vamos a comunidades que sabemos que viven del hucachicol, pero sabemos hasta dónde meternos y también sobre de qué temas hablarle a la gente, no vamos a ir a decirles que nuestro candidato va a acabar con su negocio, porque nos sacarían de inmediato, incluso a golpes”, comentó Carlos, quien vive en Santa Rita Tlahuapan.

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