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“No voy a parar hasta encontrarla”, aseguró Gabriela Miranda López, madre de Mara Fernanda, la joven universitaria reportada desaparecida el 8 de septiembre. Lo cumplió pero la encontró muerta.

Gabriela presionó a las autoridades y se apoyó en las redes sociales para dar con el paradero de su hija, la estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

La profesora de la Secretaría de Educación de Veracruz —entidad de donde es originaria la familia—, no perdió la fe durante los ocho días que Mara estuvo reportada desaparecida tras abordar una unidad de la empresa Cabify, y siempre le mandó mensajes de amor y aliento: “Quiero decirle que la amo”, dijo por si llegaba a escucharla. Y aún más: “Aférrate a Dios”.

Ayer, la madre de familia se encontraba en audiencia del juez de Control, donde se imputó y se le dictó prisión preventiva al chofer de la unidad como responsable de la desaparición, cuando le dieron aviso del hallazgo de los restos de su hija. Fue el gobernador de Puebla, Antonio Gali, quien dio la noticia a través de un mensaje de Twitter; acabó con la esperanza de la familia de Mara, con la de decenas de estudiantes de la UPAEP, pero también de ciudadanos de Xalapa que conocieron a la joven y que compartieron su imagen miles de veces.

“Con profundo dolor envío mi pésame a los familiares de #MaraCastilla. QDEP. El presunto responsable está detenido y pagará por este crimen”, escribió Gali y después la Fiscalía General del Estado.

Horas más tarde se daría el detalle de lo ocurrido a Mara. El chofer de Cabify, Ricardo “N”, pasó por ella al bar en Cholula, zona conurbada de la capital, la desmayó y se la llevó al Motel del Sur, ubicado en la calle 11 Sur, donde ingresó a las seis de la mañana.

Las indagatorias revelaron que la atacó sexualmente y se presume que ahí la mató. Los investigadores descubrieron manchas hemáticas en el cuarto de alquiler.

Las cámaras de videovigilancia detectaron que el presunto homicida abandonó el hotel a las 8:20 de ese viernes,8 de septiembre, y se llevó consigo el cuerpo de la joven, una sábana y una toalla.

Ayer, aproximadamente a las 13:00 horas, agentes investigadores encontraron a Mara Fernanda en el fondo de una barranca, envuelta en la sábana del Motel del Sur.

La tragedia de la familia inició en el bar The Bronx de Cholula, donde Mara Fernanda, de 19 años, acudió con un grupo de amigos y ahí —según declaraciones ministeriales— desconocidos le tomaron fotografías.

A las cinco de la mañana pidió un servicio privado de taxi y desde entonces no se supo más de la joven. El chofer de la unidad declaró ante autoridades que le había pedido descender del auto antes de llegar al Fraccionamiento Torres de Mayorazgo.

A través de videos de vigilancia evidenciaron contradicciones en la declaración del conductor, pues se descubrió que llegó hasta la casa de la víctima, pero no la bajó y de ahí se tras-ladó al motel.

También encontraron que el celular de la estudiante y del presunto homicida estaban en el mismo sitio: en el motel y en la casa del atacante en el estado de Tlaxcala.

Los restos de Mara Fernanda, a quien le encantaban las caricaturas y películas de Disney, fueron entregados a sus familiares, quienes la recordarán como aquella niña que le gustaba hacer ejercicio, escuchar música y tener una excelente relación con su mejor amiga: su hermana.

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