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Al paso del terremoto todo sucumbió y hasta los cerros se postraron a su fuerza. El valle sagrado de Tepoztlán, la zona del corredor biológico Ajusco Chichinautzin, macizos montañosos a la faldas del Popocatépetl y campos de la zona sur del estado muestran las huellas del sismo registrado el 19 de septiembre.

Tepoztlán, pueblo mágico, registró daños en cuatro de sus macizos montañosos y dos de ellos corresponden al Parque Nacional El Tepozteco, donde se documentaron derrumbes próximos al sendero donde caminan los visitantes, por eso las autoridades municipales determinaron cerrar el parque, mientras llegaba el análisis de riesgo correspondiente.

Días después, la entrada fue abierta, pero el acceso a la pirámide permanece cerrado al público, al igual que todos los museos y zonas arqueológicas bajo responsabilidad del Instituto Nacional de Antroólogía e Historia (INAH) en el estado.

Según los resultados del análisis y de acuerdo con la opinión de investigadores del Instituto de Geología de la UNAM y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), la situación en esa parte del parque El Tepozteco es complicada.

Primero, dice el titular de Protección Civil en Morelos, Francisco Bermúdez, porque es jurisdicción de la Comisión Nacional de Área Naturales y Protegidas (CNANP) no del INAH, y segundo porque la roca de Los Gemelos con el terremoto perdió su base y existe el peligro de que pueda caer en el sendero que conduce a la pirámide.

“La opinión de los geólogos y los geofísicos es que no sabemos cuándo puede ocurrir la caída de la roca, pero es seguro que si hay otro sismo de igual magnitud implica un riesgo para la población, sin embargo, la competencia la tiene CNANP”, afirmó.

El Tepozteco, vulnerable tras sismo
El Tepozteco, vulnerable tras sismo

La sugerencia de Bermúdez fue cancelar el sendero y buscar otra ruta; sin embargo, no hay otro camino y cerrarlo significaría un daño económico al municipio, dijo. Al final concluyeron que la CNANP establecería las medidas de prevención necesarias para los paseantes.

Un estudio de la comisión expone que Tepoztlán recibe la visita de aproximadamente 350 mil turistas al año, que dejan una gran derrama económica para el comercio local, y su principal atractivo, el Parque Nacional El Tepozteco abarca en total 23 mil 286 hectáreas.

El Tepozteco, vulnerable tras sismo
El Tepozteco, vulnerable tras sismo

Santa Bárbara. El terremoto causó mayor daño en Totolapan y en la panza del cerro Santa Bárbara, donde se realiza una ceremonia para agradecer la cosecha de maíz, hay tres cicatrices de 150, 80 y 25 metros de longitud.

Un letrero prohíbe el paso por un alto riesgo de derrumbe y principalmente por la alerta roja que emitió el Cenapred, cuyo diagnóstico preliminar fue emitido por el Instituto de Geología de la UNAM y de la ONU, afirma María Flores Oliveros, directora de Protección Civil en Totolapan.

En las laderas del cerro habitan 250 familias y de ese grupo deben salir unas 150. La mayoría se alejó de la zona, aunque todavía hay personas que se niegan a retirarse porque dicen que “no pasará nada”, subraya.

El coordinador estatal Protección Civil, Francisco Bermudez Alarcón, documentó 20 eventos de daño por el movimiento telúrico en 11 municipios que van desde la aparición de grietas, desplazamientos, deslizamientos, rocas inestables, derrumbes e inestabilidad de laderas en los macizos montañosos, cerros y suelos.

Las afectaciones tienen registro en Totolapan, Tepoztlán, Huitzilac, Tetela del Volcán, Ocuituco, Totolapan, Yecapixtla y Tlayacapan, situados en los altos de Morelos y algunos pertenecientes a la franja del Corredor Biológico Ajusco-Chichinautzin. Otros municipios son Emiliano Zapata, Tlaltizapan, Villa de Ayala y Jiutepec.

La Ventanilla. Por la misma franja de los altos de Morelos se encuentra el cerro La ventanilla, en Tlayacapan, lastimado con una grieta de un metro de ancho que baja hasta la cimentación y pone en riesgo a unas 30 familias que habitan en sus laderas.

El daño es observado por investigadores del Instituto de Geología de la UNAM y el Cenapred, por el nivel de riesgo que presentan, dice Serafín Rojas, director de PC en Tlayacapan.

El cerro mide 100 metros y es la parte final de la cordillera del Corredor Biológico Ajusco-Chichinautzin. La mayoría de las familias en riesgo ya salieron, pero otros se niegan a dejar sus casas. “Creen en la advertencia pero no tienen a dónde irse, es su único patrimonio. El ayuntamiento le propone junto con las autoridades comunales buscar un sitio para reubicarlos”, dice Serafín Rojas.

Elena Ortiz, tiene su casa debajo del cerro, sabe del riesgo pero “el problema es que no encontramos un lugar donde nos vayamos porque el presidente dijo que nos iba a ayudar, y no nos ha ayudado”, dice.

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