El sacerdote católico y exrector del Seminario Menor Diocesano de Piedras Negras, Juan Manuel Riojas Martínez , conocido como “Padre Meño”, demandado por abusar sexualmente de dos exseminaristas cuando eran menores de edad, fue recluido en el Penal de esa ciudad fronteriza y, se negó a declarar ante la juez de Control de Garantías de los delitos que se le imputan.

Lo singular de este caso es que es la primera vez en Coahuila que un religioso va a dar a prisión acusado de violar niños , es decir, inculpado de ser un pederasta. Esta noche duerme en una celda.

Se conoce que hay otra demanda de un exseminarista más, quien asegura fue otra de sus víctimas.

“Meño” se entregó voluntariamente el viernes, luego de que fue colgada una manta con su fotografía en la entrada a Piedras Negras , donde la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ofreció una recompensa de 200 mil pesos a quien proporcionara datos para dar con su paradero y poder arrestarlo, pues hace casi cinco meses que había logrado burlar a la ley.

Durante la Audiencia Inicial, con la que empezó el Juicio Oral en su contra, el cura se negó a declarar por los delitos que se le imputan; “violación calificada con abuso de autoridad, por aprovecharse de su condición como ministro religioso” (por pederastia).

En el interrogatorio, que fue público, pero inició con casi una hora de retraso, Riojas Martínez se limitó a contestar con monosílabos a las preguntas de la juez, Beatriz Mendoza Campuzano. Se acogió al artículo 20 constitucional, pero quedó en prisión preventiva.

Su abogado solicitó la ampliación del término constitucional de 72 a 144 horas, para que se lleve a cabo la audiencia de Vinculación a Proceso, petición que le fue concedida por la juez, por tanto esta se efectuará el miércoles próximo.

El “Padre Meño” no traía puesta su sotana. Vistió con playera color rojo y pantalón de mezclilla azul. La diligencia duró hora y media, aproximadamente.

Según dijo su abogado, Ernesto Romero, el religioso no evadió la acción de la justicia, pues durante todo este tiempo, casi cinco meses, que se cumplen el 24 de agosto, próximo, estuvo preparando su defensa.

De comprobarse su culpabilidad, de acuerdo a lo dispuesto en el Código Penal, el cura católico podría ser sentenciado a un mínimo de 14 años de prisión.

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