Bernardino Hernández y Pascuala Domínguez esperaron hasta el jueves para irse a atender las heridas que le provocó la piedra que se le vino encima durante el terremoto del martes. Esperaron porque el miércoles enterraron a su hija, Gloria Estefanía Hernández Domínguez, quien murió aplastada en la colonia 24 de Febrero, en Iguala, Guerrero.

Bernardino y Pascuala llegaron al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y ahí les dijeron que tenían que esperar, que había una larga fila y que la prioridad era para los derechohabientes, pese a que el presidente Enrique Peña Nieto dijo desde el primer día de la contingencia que todos los hospitales del sector salud debían atender sin excepción a todos afectados por el terremoto.

Después, la pareja fue al Hospital General y sucedió lo mismo: les dijeron que tenían que esperar porque no contaban con Seguro Popular. El martes a Bernardino le cayó una piedra que le fracturó el brazo derecho, y su esposa, Pascula, resultó herida del pecho.

Finalmente, Bernardino y Pascula se tuvieron que atender en una clínica particular, porque sus familiares temían que se les infectara las heridas y, además, por la solidaridad de sus vecinos, quienes los apoyaron con dinero.

El miércoles, la pareja enterró a su hija Gloria. Lo hicieron como pudieron. No tenían dinero para el ataúd ni los servicios funerales.

El ayuntamiento de Iguala apenas si les compró la caja, y el gobierno del estado, denunciaron, aún no los ha ido a ver para que los cuantifique como damnificados. Tampoco tenían casa, la piedra que mató a su hija dejó inservible su vivienda.

El martes, la muerte de Gloria fue la primera que se reportó en Guerrero. Habían pasado unas tres horas del terremoto y la Secretaría de Protección Civil reportó el fallecimiento de la jovencita.

La dependencia informó que una roca que se desprendió del cerro que tenían atrás de su hogar le cayó encima y además destruyó gran parte de su casa.

La vivienda está ubicada en la colonia 24 de Febrero, una de las más marginas de ese municipio. Gloria tenía 19 años de edad y era estudiante de preparatoria.

Gloria es una de las cinco personas que murieron a consecuencia del terremoto del martes en Guerrero. Los otros cuatro fallecimientos ocurrieron en Huitzuco (dos), Xochihuhuatlan y Chilapa.

El terremoto del martes también dejó a otras cinco personas lesionadas, más de 800 viviendas dañadas, puentes colapsados y hospitales y templos fracturados.

La región más afectada en Guerrero es la norte. La Secretaría de Gobernación declaró emergencia en cinco municipios: Huitzuco, Copalillo, Tepecuacuilco, Atenango del Río y Tetipac, los más cercanos a Morelos, donde el pasado martes se registró el epicentro de sismo de 7.1 grados.

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