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Tijuana.— Durante más de tres horas, los 26 carriles de la garita San Ysidro en Tijuana —el puerto fronterizo más importante y transitado del mundo— estuvieron cerrados, justo en el momento en que miles de residentes de esa ciudad cruzan la frontera para ir a trabajar al otro lado.

El bloqueo inició después de las 3:00 horas y hasta las 6:40 horas, lo que representó largas filas de automovilistas que se quedaron varados y una afectación a los comerciantes que viven de quienes cruzan la frontera, por lo que exigieron a los gobiernos locales actuar para evitar afectaciones a la economía de las familias de esta ciudad.

Hubo quejas y gritos de reclamo hacia los migrantes, los afectados lanzaban amenazas e incluso algunas de las personas clamaban su deportación. “Ojalá y los maten a todos”, fueron algunas de las frases lanzadas por quienes llegaron tarde al trabajo. Hubo vendedores de burritos que decidieron regalar su comida para la venta a la poca gente que caminaba.

Los personas tuvieron que cruzar a través del puente peatonal PedWest, situado del otro lado de la ciudad, en la delegación Otay Centenario, mientras que el ingreso desde Estados Unidos hacia México no se vio afectado. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó que la medida se tomó para instalar “obstáculos” y luego de tener conocimiento de que las caravanas planeaban correr ilegalmente a través del puerto de entrada.

Los “materiales de reforzamiento adicional” consistieron en alambres de púas, vallas metálicas y bloques de concreto.

Según la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) el puerto de San Ysidro es el más ocupado en América del Norte, está abierto las 24 horas, los siete días de la semana y procesa aproximadamente 50 mil cruces de vehículo y 26 mil a pie.

Afectaciones. El vicepresidente de la Asociación de Comerciantes de la Zona Centro, Ray Barraza, aseguró que los gobiernos locales, estatales y federales deben actuar y mantener el control de esta crisis para evitar que la llegada de los migrantes afecte la vida de los ciudadanos. Dijo que con el cierre del puerto fronterizo hubo quienes no llegaron a su trabajo y una arteria comercial, como lo es el área de la garita, tuvo su primer golpe con las medidas aplicadas por Estados Unidos. Además, quienes compran sus insumos y mercancías en las tiendas situadas del otro lado de la frontera tampoco pudieron abastecerse a tiempo para iniciar sus actividades.

“Necesitamos que haya alguien que nos explique a los tijuanenses lo que está pasando porque no lo sabemos y no se mira el control; entendemos que es gente con necesidad, pero tampoco se puede permitir que afecte la economía de las familias”, dijo.

Siguen llegando. Un grupo de 300 migrantes centroamericanos que estaban varados en Mexicali decidió emprender a pie su camino hacia Tijuana para, al igual que el resto, pedir asilo al gobierno estadounidense. De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), desde el 11 de noviembre, cuando llegó el primer grupo de la caravana de migrantes, han arribado más de 5 mil personas que buscan pedir asilo en EU. El ayuntamiento de Tijuana informó que detuvo a 34 personas pertenecientes a la caravana migrante por posesión de drogas, estado de ebriedad, disturbios al orden social y ultrajes a la autoridad, quienes fueron puestos a disposición del INM. “Caerá todo el peso de la ley a los miembros de la caravana migrante que no respeten a los ciudadanos tijuanenses”, dijo el alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro. Con información de agencias

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