Cancunenses afectados por el aseguramiento y apertura de mil 500 cajas por parte de la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO) velaron esta noche, simbólicamente, “la muerte de la propiedad privada, el estado de Derecho y el debido proceso”.

Las personas agraviadas, quienes mantienen el bloqueo parcial de un tramo de la avenida Xcaret en el centro de la ciudad, colocaron una ofrenda con velas, un ataúd, coronas y flores de cempasuchitl, para velar “la muerte” de los artículos 1, 14 y 16 de la Constitución Mexicana.

Su inconformidad es por el procedimiento usado por la SEIDO para dar cauce a una investigación federal que sigue la pista de delitos contra la salud y lavado de dinero, que afirman, ha violentado sus derechos a la privacidad, la propiedad, la seguridad y el de audiencia.

“En Cancún murió nuestra constitución”, se leía en una de las cartulinas colocadas al pie del ataúd de madera, que fue rentado a una funeraria local.

“SEIDO asestó mil 500 puñaladas al artículo 230 del Código Nacional de Procedimientos Penales, con el aseguramiento de bienes” escribieron en otra cartulina con referencia a la obligación del ministerio público o de la policía para elaborar un inventario de todos y cada uno de los bienes, que se pretenden asegurar, firmado por el imputado o la persona objeto del acto de investigación.

Consideran que se ha violentado tal precepto ya que el aseguramiento, el ingreso a la bóveda y la apertura de las mil 500 cajas ocurrió sin la presencia del dueño de la empresa First National Security (FNS), Santiago Ancona, y en ausencia de quienes le rentaron los espacios.

Mujeres afectadas montaron guardia y guardaron un minuto de silencio. En otro momento, una mujer con un reboso negro, en señal de luto, se coloco a un costado del féretro, con la Constitución en la mano y de frente, una veladora encendida.

En la escena se colocaron también cartulinas con las tradicionales “calaveritas” dedicadas a la Subprocuraduría.

“La SEIDO agonizando estaba, al no lograr avanzar y a la delincuencia atrapar. Creyó que en Cancún iba a resucitar y un botín se iba a llevar, incautando cajas de seguridad” versa uno de los textos.

Otro más, expresa: “La calaca lloraba y lloraba, todo era confusión, nada la consolaba, ya que la SEIDO violó la constitución. “¡Qué poca!” les dijo la muerte, les fregaron todo, las velas, las flores y hasta la caja fuerte”.

Los asistentes se dicen angustiados pese a las declaraciones del titular de la institución, Alonso Israel Lira Salas, acerca de que los agraviados pueden estar ciertos de que recobrarán sus pertenencias intactas y completas, en tanto no formen parte de la investigación.

Los afectados acusan al funcionario federal de mentir pues dicen que la orden del para ejecutar el aseguramiento de las instalaciones no existe, así como la existencia de un notario de la compañía dando fe del inventario de los valores contenidos en las cajas.

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