Puebla.- Enfermos, adultos y ancianos, levantaron sus manos para pedir salud, trabajo y mayor seguridad a la imagen del Señor de Las Maravillas mientras recorría las calles de Puebla custodiado por los tradicionales “encapuchados”.

La Catedral de Puebla, edificio declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad, recibió al Señor de las Tres Caídas, Jesús Nazareno, Virgen de los Dolores, Virgen de la Soledad y el Señor de las Maravillas.

Los poblanos rompieron en llanto y porras al ver esta última imagen,

a la que consideran como la más milagrosa que existe para los creyentes en el estado.

Los congregados recibieron la bendición del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa,

durante la XXVII edición de la celebración del Viernes Santo en la capital del estado.

Mujeres con velos negros, niños con matracas en forma de cruces, angelitos que portaban símbolos de la Vida, Pasión y Muerte de Jesús, además de personas descalzas, fue parte del elenco que dio vida y color a la “crucifixión de Jesús en el Monte Calvario”.

El clima hizo una tregua momentánea y el sol se escondió para permitir que los 150 mil asistentes -según cifras de la Arquidiócesis de Puebla-, demostraran su fervor católico hacia las imágenes que salieron de sus templos para participar en el viacrucis.

Los samaritanos regalaron aguas y naranjas con chile para hidratar a los participantes, aunque no faltó el despistado que tiró su basura en plena calle, en lugar de guardarla para después depositarla en un cesto.

Los ambulantes también hicieron su agosto ofreciendo aguas, botanas y los “selfie stick” a precios muy elevados, pues un agua de un litro era vendida en 20 pesos, cuando en tienda vale solo diez.

Los balcones de hoteles, negocios de helados y restaurantes del zócalo de Puebla, tuvieron un lleno total gracias a los cientos de turistas que aprovecharon estos espacios para disfrutar de alimentos y bebidas, mientras observaban pasar las imágenes antes citadas.

Los políticos también hicieron tregua este Viernes Santo y aunque los candidatos a un cargo federal tienen derecho hacer campaña por los siguientes tres meses, decidieron resguardarse y arrancar con sus actividades el próximo lunes.

El otro víacrucis fue para los 122 trabajadores del servicio de limpia en Puebla, que al terminar la procesión de Viernes Santo, tuvieron que recorrer las calles por donde pasaron las imágenes católicas y levantar la basura generada este día.

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