Los Ángeles.— Ambientada en un futuro año 2058, en el que el desarrollo tecnológico ha tomado rumbos que hoy serían cuestionables, la serie de HBO, Westworld, abre el debate a diferentes temas.

Desde la ética hasta la relación hombre-máquina están presentes en la historia creada por Lisa Joy y Jonathan Nolan, pero también otros que, sin planearlo, han estado de la mano con momentos sociales como el del empoderamiento femenino.

“En la primera temporada muchas personas nos preguntaban si la serie tenía que ver con una reflexión por el #MeeToo y es divertido porque escribimos el show antes de que el movimiento saliera a la luz, pero eso no quiere decir que no estamos sintiendo la misma energía”, comenta Lisa Joy en entrevista.

“Todos vivimos en el mismo universo y estamos sintiendo la misma corriente de injusticia o estructuras problemáticas o huelgas, así que creo que esta es nuestra forma de procesarlo, y si es oportuno creo que es porque muchas personas están tratando de procesarlo de una manera diferente e intentar navegar y vivir dentro de este mundo”, señala la escritora.

En las dos primeras temporadas seguimos a los protagonistas dentro de un parque temático futurista en el que androides (llamados anfitriones) recibían a los humanos que acudían para divertirse y hacer lo que quieran con ellos; debido a que a los robots se les borraba la memoria cada día era como empezar una vida nueva.

En esa línea es que aparece el personaje principal llamado Dolores e interpretado por Evan Rachel Wood, quien es una androide que ha sufrido hasta violaciones y que comienza a recordar todo lo que le ha pasado.

En la tercera temporada que se transmite los domingos a las 22:00 horas por HBO y HBO GO, Evan no sólo sigue siendo esa mujer fuerte de los capítulos anteriores sino que ahora, ya no dentro del parque sino en el mundo real, tiene sed de venganza de todos los que le hicieron daño.

De acuerdo con los creadores, el cambio de escenario y elenco —se añadieron actores principales como Aaron Paul y se fueron otros como James Marsden— no es como un reinicio, pues siempre estuvo planeada esta estructura de la serie.

“Por 60 años la televisión fue para el hombre algo así como ‘si esto funciona no lo cambies, no lo arruines’ y somos muy afortunados de estar viviendo en una era de la televisión en la que no hay reglas”, comenta Nolan.

El cineasta además explica que, en la cinta homónima de 1973 escrita por Michael Crichton (ER, Jurassic park) y en la que se basa la serie, también están estos giros.

“La película original era acerca de romper estos límites y desde el principio la invitación era reinventar el show cada temporada. La primera y segunda lucen como la misma pero hay grandes diferencias. Esta tercera se ve diferente pero están los mismos personajes”, explica.

“Como cineastas, este es el mejor regalo, tienes los mismos increíbles personajes y reinventa el show cada año”.

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