“Ensayamos para encontrar y se encuentra equivocándose, entonces les voy a pedir a ustedes dos que se equivoquen lo más que puedan para poder encontrar el tesoro a final de cuentas”, dijo Enrique Singer a los actores Marina de Tavira y Luis Gerardo Méndez , quienes realizarían una lectura del texto Eventos extra-ordinarios de Conchi León , y agregó que lo novedosos de esta dinámica es que el público formaría parte del proceso.

Este proyecto forma parte del ciclo Inicio de sesión, que organiza Lobo Producciones, en el cual se invita cada viernes a actores y directores a realizar la lectura de cinco obras de cinco actores diferentes, las cuales conocerán unos minutos antes de dar comienzo la lectura, algo que forma parte del proceso de un montaje, con la diferencia de que esta vez se hará a la distancia, por una plataforma digital y con público, el cual pagará un boleto para presenciar esta sesión, lo recaudado será destinado a La casa del actor .

Luis Gerardo y Marina comenzaron a leer un texto que habla sobre una viuda que decide hacerse pasar por enfermera, con el fin de mantener a sus tres hijas, cuando es descubierta por un médico en su mentira, éste en lugar de correrla o denunciarla le propone trabajar para él, atendiendo eventos extraordinarios.

La autora explicó que esta obra nació de las anécdotas que le contó una terapeuta, a la que consultó cuando se esguinzó el pie; mientras la atendía le quiso dar un ataque de ansiedad y comenzó a sacar sus artículos de aromaterapia para relajarse, entonces quien le daba la terapia le compartió que también había pasado por algo así por un trabajo que había tenido y le contó cuando encontró a un doctor que se encargaba de atender jóvenes millonarios, viendo esto como un negocio más que por vocación.

“Me gusta mucho la deshumanización, de cómo un ser humano se va volviendo frío ante lo que le pasa al otro; este texto es como una síntesis de la historia, pero me encantaría extenderla más, es algo que alguien me contó y que me impresionó mucho”, expresó Conchi León.

Después de haber realzado dos lecturas de este texto, Marina de Tavira comentó que, a pesar de ser un primer encuentro con esta historia, se dio cuenta que lo que pudo ser todo un drama conforme avanzan las páginas se percibe un cambio de tono que la hace más ligera.

“En la segunda lectura que hicimos sí sentí que podía ser un gran piloto de una serie o un buen primer acto, quiero ver qué pasa después, como que apenas llegas a ese punto donde descubres por dónde va a ir”, dijo Luis Gerardo Méndez.

El actor explicó que, a pesar de haber sido una lectura fluida, era la primera vez que tenían este texto en sus manos, se los habían entregado apenas 30 minutos atrás, el tiempo exacto para darle una hojeada y después lo escucharon por primera vez con el otro actor.

“Creo que se necesitan varios factores, primero dos actores que tengan oficio, creo que el oficio es muy importante para que esa intuición salga, pero también se necesita un buen texto; lo que ocurre es que si tú tienes un buen texto, confías en él y te dejas guiar, casi solito va a ir saliendo; aquí por suerte gracias a Conchi teníamos un libreto que nos iba dando los tips que les iba diciendo hacia dónde hay que ir y le iba dando cierta lógica, gracias a eso se puede entender”, señaló Singer.

Como el trabajo de mesa es algo que el público no ve cuando disfruta de una obra terminada, los actores explicaron a la gente presente en esta lectura vía Youtube Live, que es en este proceso donde llenan los huecos que se encuentran en el texto, como el momento en que los personajes viven su historia, los antecedentes de la situación o dónde puede estar sucediendo la acción; factores que van marcando el camino y tienen como resultado un montaje tal vez totalmente diferente a lo que se había planteado en el papel.

Aunque la lectura fue a distancia y no presencial, Luis Gerardo comentó que a pesar de lo raro que esto para ellos, al final sí pudo conectar con lo que Marina estaba haciendo con su personaje, incluso en determinado momento buscaron verse a los ojos para descubrir el tono y el ritmo.

Conchi aseguró que al escuchar a sus personajes con la voz de Luis Gerardo y Marina, se dio cuenta que no cambiaría nada del texto, porque fue tomado por actores con grandes recursos y lograron emocionarla con esta lectura.

“Al final un texto es una carta de amor que tú le entregas a un desconocido, y el desconocido puede decir esto no me dice nada; entonces ver cómo el texto se vuelve respiración, se vuelve carne, se vuelve mirada, se vuelve voz, se vuelve calidez, es sumamente emocionante. Uno como escritor nunca deja de ser inseguro, sobre todo si eres escritor de teatro porque es para alguien más, porque piensas, no les va a gustar, lo van a cancelar, en fin… voy a ver qué vendo para terminar la obra y ver sí la producimos”, dijo Conchi.

fjb

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses