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La complicidad entre ellos es evidente; mientras están juntos juegan, ríen y se hacen bromas, como si dos décadas no hubieran transcurrido desde que trabajaron juntos en Otro Rollo, así son Consuelo Duval y Adal Ramones, quienes compartirán escenario en la obra Dos más dos, que estrenarán el 15 de diciembre.

“Nos la debíamos desde hace tiempo. Para mí reunirme con Consuelo ha sido un regalo divino”, dijo Adal Ramones y explicó que sólo una vez tuvo oportunidad de hacer teatro con ella, cuando presentaron Adal, La Gira que los llevó por varias plazas del interior de la República y hasta el Teatro Metropólitan a finales de los 90.

“Ya se coció este arroz —ríe Consuelo—, ha sido mágico. Hace más de 20 años Adal fue al CEA a hacer un casting para Otro rollo y me eligió a mí, ya son muchos años de amistad y de amor; aunque después nos dejamos de ver un buen tiempo, sentimos como si no hubiera pasado, seguimos siendo los mismos, tenemos la misma esencia y este amor al escenario nos une aún más”.

El conductor señaló que debido a que en el pasado hacían sketches improvisados, en escena ambos se leen como un libro abierto, ya saben cómo va a reaccionar el otro, hacia dónde llevará la escena, etcétera, aunque esta vez tienen que seguir el libreto y la dirección de Alonso Íñiguez.

“Ha sido un encuentro divino tener a Consuelo otra vez y que vaya a mi casa, que leamos y ensayemos, nos tomemos una copa de vino, ha sido lindísimo”, comentó el actor.

Consuelo explicó que originalmente era otro elenco contemplado para esta obra producida por Sergio Gabriel que se presentará en el Teatro Jorge Negrete, pero hubo cambios y ella fue la única que quedó del elenco original.

“La sorpresa fue que el nuevo compañero era Adal y fue maravilloso, creo fue muy acertado y él está que te lo ‘tragas’, va a demostrar lo gran actor que es”.

Pero ellos no van solos en esta aventura llamada Dos más dos, Mauricio Islas y Mónica Dionne complementan este elenco.

Los cuatro se encargarán de narrar la historia de Adrián y Julieta (Adal y Mónica), un matrimonio estable de muchos años, con un hijo adolescente, y de Tomás y Silvia (Mauricio y Consuelo), quienes han decidido no casarse, ni tener hijos, pero sí disfrutar de su vida en pareja. Cuando éstos les proponen intercambiar parejas, Julieta se da cuenta que su relación se ha estancado y, en contra de los deseos de Adrián, accede a la propuesta con resultados inesperados e hilarantes.

“Desde que el productor Sergio Gabriel me dijo quiénes estaban en el elenco, comenté: ‘voy a leer la obra’, tengo años de conocerlos a los tres, pero no nos había tocado algo como esto. Es una oportunidad de hacer cosas diferentes, porque vengo de hacer un padrote (en Aventurera) a hacer una comedia de situación con un tema importante, como es la relación de pareja, cuando ésta ya tiene mucho tiempo ¿qué haces para mantener el deseo?”, expresó Islas.

Duval confesó que Mauricio le impone y la pone nerviosa, pero que es una gran experiencia trabajar con él, eso sí, aunque su personaje es la que propone a los otros intentar la activdad swinger; en la vida real, la actriz dijo que no comparte este gusto.

“Pero la respeto muchísimo y cuando la interprete voy a ser totalmente swinger, pero en lo personal ni de broma dejo que toquen a mi hombre”.

Aunque pareciera lógico que Adal y Consuelo hicieran pareja, la forma en que distribuyeron los personajes es más que atinada para Mónica Dionne, sobre todo que sus personajes, incluso físicamente muestran la situación por la que están pasando.

“Julieta lleva una buena relación con su marido, muy cordial pero son ya 17 años juntos, se han ido llevando por la cotidianidad, así que les falta emoción y aventura. Está padre la combinación de las parejas y nos entendemos muy bien”.

Alonso Íñiguez comentó que incluso desde el libreto, escrito originalmente por los argentinos Juan Vera y Daniel Cúparo para el cine, donde fue llevada en 2012, vienen bien definidos los rasgos que deben tener los actores para cada uno de los personajes.

“Adrián está que ni mandado hacer para Adal, es un personaje muy difícil, muy complejo, pero al mismo tiempo tiene comicidad dentro del sufrimiento del personaje y Adal está justo en el lugar adecuado. Consuelo es una gran actriz, es muy aventada y tiene una presencia en el escenario que necesita Silvia, esta cosa tan fuerte, tan sensual. Cuando escuché a Mauricio, dije: se acabó la búsqueda, porque Tomás es como muy desinhibido, auténtico, vive la vida y la disfruta. Me atrevería a decir que el personaje de Mónica es el que cambia más a través de la obra y de ser muy sumisa y conservadora, comienza a romper todo eso para volverse completamente libre”.

El propósito real de la historia que transcurre en un solo acto, explicó Adal, es decirle al público: “sé feliz con tu pareja”.

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