Morat prepara sorpresa en el coloso

jose.montoya@eluniversal.com.mx

Colombia es cuna de artistas como Shakira y Maluma, entre los más exitosos, pero también de una de las bandas más reconocidas, Morat, que vuelve a la Ciudad de México.

En entrevista, Juan, Pablo, Simón y Martín, sus integrantes, afirmaron que tienen la idea de hacer en algún momento una colaboración con un artista colombiano, ya lo han hecho con Alejandro Fernández y Paulina Rubio; también adelantan que trabajan en un nuevo disco con un nuevo sonido.

“Ya tenemos planes de sacar un nuevo álbum el próximo año. Nos gusta mucho hacer lo que hacemos y la música que venía sonando en el primer disco pero no nos cerramos y nos pareció interesante explorar nuevos sonidos”, explicó Martín, y aseguró que aunque el que más suena en estos momentos es el reggaetón, no será éste el eje que ellos persigan.

Sobre su deseo de trabajar con más artistas de donde vienen, abundaron: “Nuestra próxima meta es colaborar con un artista colombiano, pensamos que su música está en un auge y que hay que aprovechar que hay más como nosotros haciendo cosas increíbles. Ya sean Juanes, Shakira, Carlos Vives, nos encantaría”, afirmó Juan.

El cuarteto colombiano ofrecerá un par de conciertos, 19 y 26 de octubre, en el Auditorio Nacional, donde tendrá una velada especial con un show planeado exclusivamente para este recinto.

Simón reflexionó: “Yo creo que es difícil digerir el momento en el que estás, es más fácil verlo ya que ha pasado un tiempo. Muchas veces yo creo que la forma de lidiar con ese distante asombro es no pensar en ello y mejor enfocarse en planear las cosas y que todo esté bien organizado. Nos llena de orgullo saber que si está ahí y es algo que el público mexicano nos ha permitido hacer”.

Juan destacó que aun cuando han tenido que sacrificar compañeros, tiempo con la familia y actividades que chicos de su edad hacen, comprenden que son cosas que hay que hacer para alcanzar el éxito.

“Inclusive perdimos a un miembro de nuestra banda. No sabíamos lo que implicaba el sueño que teníamos; de chiquitos decíamos queremos ser artistas, llenar sitios, cantar para mucha gente y viajar, pero hay cosas detrás no conocen porque simplemente no están en cámara. Cuando las luces se apagan pasan cosas que, creo, son gajes del oficio y el precio por hacer lo que hacemos”, comentó Juan.