Cuando las notas de “Perfecta” comenzaron, de los fans del Teatro Metropolitan salió un grito que combinado con la música, acentuó la vibración en la butacas.

Ale Sergi y Juliana Gattas, de Miranda , seguían bailando y cantando sobre el escenario, donde minutos antes se había paseado una bandera mexicana que levantó el primer aplauso de la noche.

“¡Tenemos una gran historia!”, exclamó el cantante a manera de saludo, durante su primera presentación, la noche de ayer.

La banda argentina surgida en 2001 atrajo a varios millennial que, con celular en mano tomaban video, y fans treintones, quienes preferían seguir las canciones y tratar de moverse en el pequeño espacio entre asientos.

A las luces rojas y verdes, lilas y blancas que bañaban a los músicos intermitentemente, se sumaban treboles de seis hojas proyectados en el techo como parte del espectáculo.

Nada que ver con los pininos de Juliana, que antes del grupo cantaba jazz en pequeños bares de Buenos Aires.

Ahora se mueve con su vestuario dorado de un lado a otro señalando al público en “Imán” o tocando la guitarra para “Tu misterioso alguien”.

Y comparte escenario con Alaska para “Miro la vida pasar”, invitada de la noche, ataviada con un vestido negro ajustado con lentejuela roja por el frente.

“¡Miranda, lo mejor del mundo!”, dijo brevemente la cantante española para agradecer su presencia.

Gabriel Lucena, Ludovica Morell y Anuk Sforza estaban en la bateria, guitarra y bajo acompañando a Juliana y Ale que sincronizaban sus pasos para cruzarse a los extremos del escenario e incitar con los brazos arriba a que el público cantara.

Poco diálogo con el público, pero no importaba, pues la música habla por ellos. “Nadie como tu”, “Prisionero” y “Yo te diré” integraron el set list de la velada, en la que también se encontraron “Ya lo sabía”, “Extraño” y “Me estoy enamorando”.

No podía faltar “Don”, una de sus creaciones más reconocidas y que una vez más, como con “Perfecta” generó otro grito potente y con vibración mayor al tener a decenas de espectadores saltando sobre su lugar.

Con un final de la misma en el cual Juliana se puso en cuclillas y a Ale quedándose quieto para disfrutar de su público. Y de la ovación.

rad

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