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Se dice que mientras el Vive Latino es el encuentro musical que reúne lo más destacado de la escena latinoamericana, el Corona Capital presenta lo más relevante del panorama anglo indie.

Pero en los últimos años, el Corona ha pasado de ser un festival para los amantes de la música indie a convertirse en un magno evento que reúne a cientos de miles durante los dos días que dura.

Ayer, desde el mediodía, se veían desfilar por los alrededores del Autódromo Hermanos Rodríguez a miles de adolescentes y adultos. Las estaciones de metro Ciudad Deportiva y Puebla parecían invadidas por hordas de jóvenes, quienes con looks veraniegos afinaban la prenda, el cabello y todo lo que hiciera falta para comenzar su travesía musical.

Este es el segundo año que el festival Corona Capital se realiza en noviembre, debido a que la Fórmula 1 se lleva a cabo semanas antes en el mismo recinto. Pero lo que pudo haber sido un traspié resultó beneficioso ya que este año, a diferencia de otros, la organización evitó que hubiera altercados. Como si el cambio de fecha hubiera influido en una mejor planeación, las personas no pasaron largas horas para accesar al foro y tampoco para comprar bebida y comida o ir a sanitarios.

La manera y ubicación en la que fueron montados los cuatro escenarios permitieron que el acceso fuera rápido y en orden. Este año no hubo lluvia, aunque sí bajas temperaturas, las cuales no importaron a los asistentes, quienes al ritmo de la música, el baile y una que otra cerveza, disfrutaban como si fuera verano.

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