Quentin Tarantino no lo hizo de manera malintencionada, dice Diane Kruger, quien salió en defensa del cineasta, luego de que Uma Thurman revelara que el director la obligó a realizar una escena de acción en 2003 que casi la mata en la película Kill Bill: Volumen 2.

Thurman se quejó de que en aquel entonces había pedido un doble para realizar la riesgosa escena, pero que Tarantino se negó.

De acuerdo con el sitio eonline.com, la actriz germano-americana dijo que considera que el realizador está profundamente arrepentido, a pesar de que muchos cuestionan su motivación.

Para prueba, Kruger detalló un peculiar incidente que sucedió entre ella y Tarantino durante una escena del filme Bastardos Sin Gloria, en la que este último decidió asfixiarla con sus propias manos para hacerlo parecer lo más real posible.

“Es gracioso porque sus manos salen en el acercamiento. No daré el nombre del actor que me asesinó, pero Quentin dijo que no lo haría bien; se sobrepasaría o no lo haría lo suficiente. Él mismo sabía qué necesitaba y creyó que debía hacerlo por su cuenta. Es bastante extraño ser estrangulada por el director”.

En su cuenta de Instagram, Diane habló de esa experiencia en una publicación que dice: “Debo decir que trabajar con él fue alegría pura. Me trató con respeto y nunca abusó de su poder ni me obligó a hacer algo con lo que no estuviera de acuerdo”.

Sin embargo, también extendió su apoyo a Thurman.

“Éste es un momento importante. Mi corazón está con ella y con cualquiera que haya sido víctima de abuso sexual o físico”.

Tarantino respondió a las declaraciones que Uma dio sobre el accidente a The New York Times.

“Yo sabía lo que sucedía. Platicamos durante mucho tiempo de cómo haría la escena. Ella quería claridad sobre lo que pasó en el carro luego de todos estos años. Preguntó si podía darle el corte. Tuve que buscarlo 15 años después; creí que no sería posible encontrarlo. Me alegró poder dárselo”.

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