El duro calificativo que intenta quitarse el príncipe Guillermo de sus espaldas para ser el próximo rey de Inglaterra

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El príncipe Guillermo, heredero al trono británico, no está pasando por su mejor momento en cuanto a popularidad y percepción pública. En las últimas semanas, ha estado envuelto en una serie de polémicas que han dejado su imagen en entredicho y han generado críticas tanto en el Reino Unido como en el extranjero.

En medio del apodo que le han dado, una de las principales polémicas que ha afectado la imagen del príncipe Guillermo fue su decisión de no viajar a Australia para apoyar a la selección femenina de fútbol de Inglaterra en la final del Mundial. Como presidente de la Football Association, su ausencia en un evento tan importante fue ampliamente criticada. La presencia de la reina Letizia y la infanta Sofía de España en el mismo evento, apoyando a su equipo, agravó la situación y generó comparaciones negativas.

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A pesar de que Kensington Palace publicó un video en el que el príncipe Guillermo aparecía animando al equipo inglés junto a su hija, la princesa Charlotte, la ausencia sin explicación en un evento tan relevante generó controversia. Algunos incluso acusaron al príncipe de utilizar a su hija como excusa para su ausencia.

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Otro episodio que ha generado críticas es la imagen del príncipe Guillermo compartiendo un coche con su tío, el príncipe Andrés. Esta fotografía fue tomada durante las vacaciones de la familia real en el castillo de Balmoral, en Escocia. La decisión de viajar juntos fue considerada inapropiada por muchos, especialmente después de que el príncipe Andrés fuera retirado de sus deberes reales debido a las acusaciones de abuso sexual a una menor.

Sin embargo, el apodo que le han dado al príncipe Guillermo es lo que más preocupa a algunos sobre la mirada de las personas sobre él: se le ha acusado de ser "vago" en el pasado, y su ausencia en eventos importantes como la final del Mundial y su decisión de viajar con el príncipe Andrés han avivado esas críticas. Además, sugiere que la estrategia de Buckingham Palace de normalizar la presencia del príncipe Andrés puede perjudicar la imagen de la familia real.