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Cannes.— El cuarto día de la jornada en Cannes llevó el sello francés con Sorry angel, una película en competencia oficial que se centra en la relación de un escritor con SIDA y un joven estudiante de cine.

Protagonizada por Vincent Lacoste y Pierre Deladonchamps, la película vuelve la mirada hacia los años 90 parisinos en los que el SIDA comenzaba a hacer estragos y se sabía muy poco de la enfermedad.

Mucho se ha hablado en los pasillos del festival, pues precisamente uno de los filmes que más impactó el año pasado fue 120 latidos por minuto, que también estuvo en Competencia y que al final se hizo con el Premio del Jurado presidido por el español Pedro Almodóvar.

El filme de Robin Campillo, cuya temática también era el SIDA en los años 90 parisinos, emocionó hasta las lágrimas a Almodóvar, quien dijo haber vivido esa época y sentirse tocado por lo que narraba la película.

En entrevista para EL UNIVERSAL, Vincent Lacoste contó que el director le explicó que su personaje está basado en su propia vida.

“Creo que algo muy valioso del filme es que mi personaje está basado en la vida de Christophe porque él quería hablar de su juventud en los años 90. Él era homosexual y en Francia y en todo el mundo los 90 fueron la época más oscura del SIDA porque miles de personas estaban muriendo a causa de la enfermedad.

“Fue algo muy cruel porque por ejemplo, todos los ídolos de Christophe de ese entonces murieron por SIDA. En ese sentido, esta historia también es una proyección de sus deseos porque en la película se habla de muchos escritores que murieron a principios de esa década y a causa de este padecimiento. La mayoría eran sus referentes, a quienes no tuvo oportunidad de conocer por su temprana muerte así que creo que Honoré también hizo esta película para honrarlos”, explicó el protagonista de Lolo y Victoria.

Acerca del por qué cree que es un tema que se está tratando mucho en las películas francesas actuales comentó: “Creo que muchos de los directores de cine que ahora tienen 50 años vivieron esa época y necesitan hablar de su juventud.

“También porque los años 90 no han estado bien representados en el cine. Se han hecho muchas películas sobre los años 50, 60, 70 y 80 pero los años 90 estaban muy olvidados”.

Para el actor de 25 años hacer esta película ha significado mucho por todo lo que ha aprendido acerca de la década en que nació.

“Yo no sabía mucho de esta época, precisamente nací en 1993, el año en el que se sitúa la cinta y había muchas cosas que desconocía porque ahora como un hombre joven todos sabemos que tenemos que usar un condón al ejercer nuestra sexualidad, es algo muy normal y el SIDA ya no nos importa ni preocupa porque no está matando a nuestros amigos”, reflexionó Lacoste.

Al final, la película representó para él una lección trascendente y sobre la cual elabora una reflexión.

“Fue importante descubrir a través del filme lo mucho que afectó la enfermedad en ese entonces a tantas personas y todos los tabúes que había alrededor”.

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