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Casi 18 millones de personas viven en la denominada área conurbada, que comprende al menos 17 municipios alrededor de la Ciudad de México, razón suficiente para que esta zona sea una de las más importantes para los exhibidores.

Si bien asistir a un complejo cinematográfico para disfrutar de una película en estos lugares puede resultar más accesible que en la Ciudad de México, existen algunos municipios en los que incluso resultaría más caro. Adquirir un boleto en fin de semana en sala tradicional en algún cine de demarcaciones como Tultitlán, La Paz, Lerma, Nicolás Romero, Chalco, Ixtapaluca y Chimalhuacán no rebasa los 30 pesos.

Pero en algunos otros como Naucalpan, Nezahualcóyotl o Atizapán de Zaragoza el precio supera los 50 pesos por boleto, mientras que en sitios como Huixquilucan el costo se eleva hasta 69 pesos.

Este precio es superior al que una persona pagaría en promedio por asistir a un complejo en la delegación Cuauhtémoc (58.80) o Coyoacán (63.50) e incluso es casi equiparable a lo que se desembolsaría por una entrada en delegaciones como Miguel Hidalgo (70.50) y Álvaro Obregón (71.20).

La cantidad de complejos que hay en esta área es casi la mitad de los de la Ciudad de México: existen 73, mientras que en la CDMX hay alrededor de 152.

Asimismo, los locales con salas VIP o Platinum aún es inferior: hasta este 2017 existen apenas nueve salas de este tipo, mientras que en la CDMX hay por lo menos 20, la mayoría de ellas concentrada en la delegación Miguel Hidalgo.

Cine más allá de la ciudad
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