El locutor y comunicador Mario Vargas, conocido como la voz principal de la estación Stereo Cien , ha dejado huella en la radio mexicana por su timbre particular, sus frases rápidas, ingeniosas y atinadas, su enorme conocimiento musical y un estilo único e irrepetible.

Durante una entrevista con Fernando Muñoz, “el Paste”, e Iván Zahid, “el Zacahuil”, locutores de Tula de Allende, en Hidalgo, Vargas rememoró que sus inicios en esta profesión fueron en Estados Unidos, donde trabajaba y estudiaba música, gusto que lo llevó a los discos y de ahí a la radio, como escritor de programas y operador.

En la Unión Americana colaboró en varias estaciones de San Diego y Los Ángeles, en California, así como en el norte de Texas. A su regreso a México, ingresó a la estación XEDF, en el 930 de amplitud modulada y donde se programaba música en inglés, principalmente.

Durante un tiempo estuvo en Guadalajara, hasta que lo llamaron a la Ciudad de México para ingresar a Stereo 100, donde trabajó 33 años y dejó huella con su programa “Back to disco”.

Fue principalmente en allí donde mostró su amplio conocimiento y su ingenio para crear frases que marcaron el imaginario popular; lo que comenzó como ligeras burlas sobre el título de alguna canción o de quien la había grabado, nada pensado ni de gran profundidad, se convirtió en referente de la radio nacional.

En la entrevista, que puede ser escuchada en la plataforma Youtube, se le oye decir sobre que su etapa musical favorita que “para mí de los 60 a 70, quizá hasta 80 han sido los mejores años porque ahí se dieron a conocer personas de muchísimo talento”.

“La música era diferente, tenía mayor profundidad, más valor, más academia antes de que se convirtiera en esta cosa más superficial”, expuso el también conocido como “La voz del Disco”, para luego subrayar que “todo tiene su valor”.

Sin embargo “cuando aparecieron gentes como Santana o Earth, Wind and Fire -las gentes que todos conocemos-, había una especie de vergüenza profesional que se ha ido perdiendo. En la actualidad hay numeritos, fulanitos y fulanitas que aparecen y desaparecen sin dejar huella, ninguno es comparable a la gente de aquel tiempo”.

Ahora se le da más importancia al número que a la calidad, al ráting cuantitativo que al cualitativo, expuso; luego destacó programas de televisión como “Fiebre del 2” con el conductor Fito Girón. Ahora en la televisión ya no hay espacios como ese para la música , lamentó.

Mario Vargas rememoró su participación en programas con Olga Breeskin, Anabel Ferreira y Lucía Méndez, además de infinidad de campañas publicitarias y su trabajo en radio por más de 30 años para esa fecha (2003).

Resaltó que en cualquier localidad de México hay “muy buenos locutores” y que si bien la televisión trastornó la vida de esa profesión, insistió en que en radio hay gente muy valiosa por todos lados.

A quien desee dedicarse a esa profesión le dijo que “lo más importante es que le guste a uno el trabajo; estar dispuesto a aportar, todos los días si fuera posible, algo al oficio. Leer mucho, asomarse a revistas y libros de todos los niveles para ampliar vocabulario y cultura”.

Vargas señaló como sus artistas favoritos a The Bee Gees, Earth, Wind and Fire, así como Donna Summer, a quien destacó como creadora de un estilo diferente que fue copiado por muchos; “ella está por encima de todo el mundo”.

El maestro de la radio se definió como “un cuate del montón con ganas de trabajar y poco dinero, que lo llevó a hacer cosas un poquito desusadas y andar de un lado al otro. La radio tiene todo el camino abierto y no veo para cuándo se acabe". Este lunes se apagó su voz pero su huella queda, como una leyenda de la radio nacional.

rad

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