En la Ciudad de México vivimos 1.9 millones de ciudadanos jóvenes. Juntos, representamos el 25% de la lista nominal. Nuestra influencia de cara al proceso electoral para elegir a los constituyentes debe ser determinante. ¿Cómo asegurar que nuestras inquietudes y demandas sean escuchadas? En las últimas dos semanas, como parte de mi campaña para la Asamblea Constituyente, he sostenido encuentros con jóvenes universitarios de diversas instituciones educativas, tanto públicas como privadas. Esto es lo que me han compartido.

Inicié mi campaña en la UACM, campus Iztapalapa. Escuché a estudiantes preocupados por la falta de transporte público de calidad: destinan más de dos horas para llegar a clases y, cuando son mujeres, se enfrentan cotidianamente al acoso en el metro. También están inconformes con el manejo de las becas escolares: después de 19 años de gobiernos clientelares, las becas se siguen dando por cuotas partidistas y no a quienes más lo necesitan. También tienen la expectativa de que su universidad eleve el número de titulados por año, pues apenas se han registrado 867 en sus 15 años de existencia. Finalmente, recorrí las instalaciones y constaté que su biblioteca sigue en obra negra, a pesar de que este año la ALDF aumentó el presupuesto para dicha universidad en más de 150 millones.

El segundo encuentro fue en la Universidad Panamericana. Los jóvenes demandan mayor transparencia y rendición de cuentas y esperan que la Constitución incluya mecanismos anticorrupción. Con la visión humanista que los caracteriza, los estudiantes de la UP expresaron un interés especial por el tema de la deserción escolar, pues saben que muchos jóvenes menos privilegiados dejan de sus estudios al término del primer año de preparatoria. También esperan que el programa de cero rechazados presentado por el Secretario de Educación Pública y el Jefe de Gobierno sea exitoso, y que otros jóvenes no sean engañados por “pseudo escuelas” que no cuentan con registro de validez oficial, como las fallidas escuelas de Morena.

Mi tercer encuentro fue en la Facultad de Economía de la UNAM. Percibí una gran preocupación por encontrar oportunidades de empleo. Esto es comprensible, pues en la CDMX la oferta educativa no va de la mano con nuestras vocaciones productivas. Para atender este problema, la SEP promueve modalidades de formación dual, que permiten a los jóvenes estudiar y adquirir experiencia profesional al mismo tiempo. El gran reto es que los jóvenes ya tengan un empleo cuando concluyan sus estudios.

La Constitución de la Ciudad de México es la oportunidad que tenemos más de nueve millones de capitalinos para sentar las bases de la ciudad que queremos. Los jóvenes estamos llamados a ser protagonistas en este proceso. Entre los delegados al Constituyente de 1917, por lo menos 29 estaban en sus veintes. Cien años después, ¿cuántos jóvenes lograremos ser Diputados Constituyentes? De los legisladores federales designados hasta ahora, ninguno es menor de 29 años. En las planillas a elegir el próximo 5 de junio, únicamente doce jóvenes aparecemos en los primeros diez lugares de las listas de los partidos. Para mí es un gran honor ser una de ellas. Aspiro a representar a este importante segmento de la población capitalina y llevar sus demandas a la Constituyente.


@cynthialopezc1

Candidata a diputada constituyente

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