“Sus propias vidas rudimentarias no poseen otro bien que su odio”

Jorge Luis Borges.

Esta semana me llamaron oportunista, viejo retrógrada y misógino. Primero el odio y después los argumentos. Así los personajes que pretenden defender lo indefendible; el inevitable cambio de paradigma que algunos pretenden negar o la necedad de no respetar géneros y categorías.

Por cierto, mi texto de la semana pasada ha sido el más leído y compartido por todos ustedes, lo cual agradezco; más de 2 mil 200 interacciones en redes y miles de lecturas compartidas. Gracias de corazón.

Hoy es Noche Buena y hoy seremos conciliadores.

Varios colegas fueron a ver la expo para verificar lo aquí expuesto, y me recordaron que había buenos trabajos y que yo nos los había mencionado, y tienen razón. Lo bueno casi no se cuenta y me faltaba espacio, pero aquí lo hago; el trabajo de Adam Wiseman sobre Tlatelolco es una belleza; el de Daniela Bojórquez y su apropiación de imágenes de Instagram es alucinante, me gustó mucho. Es innovador, fresco y contemporáneo.

Un trabajo que me dejó helado fue el de Gerardo Landa, Suicidio Público, imágenes de estaciones de Metro desiertas en donde se han registrado lamentables suicidios. Este trabajo es fotografía en esencia, pura y sencilla. Me encantó.

Así hay varios trabajos buenos y ahí el jurado tuvo enormes aciertos, no todo es tan terrible pues. Pero claramente, la Bienal debe actualizarse desde su concepto hasta el nombre que han usado por años.

Muchos compartieron la esencia de mi columna anterior y se los agradezco, pero también hubo quienes me atacaron con diversos adjetivos, memes, prejuicios y frases de oídas; sin embargo casi nadie argumentó nada especialmente articulado, la mayoría solo repitió lo que ha escuchado de otros y al final no agregaron nada nuevo al debate. Es más, nadie ha dicho hasta hoy, que yo haya mentido.

La mayoría de las reacciones fueron puras cortinas de humo, destacaría por ahí un par de textos y en especial uno mesurado, argumentado y preciso, el de Francisco Mata, que circula en redes.

Lo que queda claro es que en esta comunidad no se sabe debatir, claramente existen debates formales o informales; y esta columna logró abrir ambos y me alegra que el Centro de la Imagen haya reaccionado al menos con un comunicado en donde anuncia que para 2017 nos explicará qué es lo que quisieron decir.

Sin embargo, tal parece que siguen dándole vuelta al debate plural, franco y abierto, finalmente si solo se convocan entre ellos, el debate será somnoliento. Estaremos atentos.

La semana pasada argumenté por qué no me gustaba la propuesta general de la Bienal y su mensaje; eso fue todo, el resto lo armaron los lectores, los fotógrafos, los ofendidos y los que festejaron cada párrafo.

Claro que la fotografía ha evolucionado y con ella todos nosotros, pero su expansión no implica engañar al público, esos mechones de vaca en alambre de púas no es fotografía bajo ningún concepto ni pertenece a escuela vanguardista alguna. Nada tenía que hacer ahí, punto.

Pero ya basta, esta noche, es noche de paz y por ello, les deseo a todos una cena en familia y llena de bendiciones. Me parece que buena parte de lo que vimos esta semana sólo se explica en el contexto de la irritación social que agobia a nuestro país. No dramaticemos pues. La vida sigue.

A todos mis lectores, colegas y detractores les deseo una noche de paz y alegría, acompañados por sus seres queridos. Feliz Navidad.

Tw @MxUlysses

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