Mientras se aprestan a defender “con todos los recursos” políticos y jurídicos su apretado triunfo en el Estado de México, ante el recuento voto por voto pedido ayer por Andrés Manuel López Obrador, los priístas ya están pensando también en el 2018 y en estas semanas comenzarán a salir varios aspirantes a la candidatura presidencial que, con la venia del presidente Peña Nieto, intensificarán sus movimientos, declaraciones y giras por todo el país, desde sus posiciones en el gabinete federal.

En la forma, los priístas aparecen unidos para defender —al grito calderonista del “haiga sido como haiga sido”— los resultados electorales del pasado domingo primero en Edomex y con más reservas en Coahuila; pero en el fondo también están divididos en la valoración de esta victoria entre los que la festejan como “el gran logro que reposiciona al PRI” y los que piden “mesura para no caer en la soberbia” y no ver las señales negativas de triunfos demasiado apretados, a pesar de la enorme y millonaria inyección de recursos federales y estatales que se realizó en ambos comicios. 2.9 y 1 punto de diferencia no son para festejar, cuando desplegaron, a toda su potencia, las maquinarias priístas, otrora poderosas.

Pero los llamados a la prudencia no evitan que en Los Pinos y el PRI se echen las campanas al vuelo y, bajo la lógica del “sí se pudo (2017) y el “sí se puede” (2018), hay corrientes que le dicen a Peña Nieto que es momento de “sacar a la vitrina” a un grupo de prospectos y aspirantes para aprovechar el impulso electoral y acortar la enorme ventaja que le llevan los precandidatos de los otros partidos. Incluso hay un grupo que propone reeditar una versión actualizada de la “pasarela de presidenciables” realizada por Miguel de la Madrid en 1987 con seis precandidatos que simularon una competencia interna en la que, igual en aquel entonces que ahora, se definirá por un solo elector: el dedo presidencial.

Y parece que Peña Nieto oye esas voces que le piden simular una apertura que ayude a reposicionar a su desprestigiado partido; porque a todos los secretarios del gabinete les dio una instrucción en Los Pinos a principios de mayo pasado: “Necesito que se muevan, que vayan por todo el país, que se reúnan con todos los sectores sociales y que hablen de todos los temas”.

Así, lo mismo vemos al secretario Miguel Osorio Chong terminar de “soltarse el pelo” para moverse como aspirante, aunque ya lo hacía de manera contenida, que también presenciamos el resurgimiento de José Antonio Meade que hoy habla de todo y todos los días, luego de que él mismo se había descartado cuando interpretó mal un comentario del presidente que, cuando lo nombró secretario de Hacienda, le dijo: “Quiero que te quedes conmigo hasta el final del sexenio”. Pero no serán los únicos, junto a un apuntado José Narro que también ya sigue la orden presidencial y hace de la salud una bandera, vemos ahora sumarse a un avispado Enrique de la Madrid, de quien algunos empiezan a hablar como “la carta oculta” no sólo por la marca del apellido, sino por sus excelentes números en el turismo, e igual resurgen los ánimos en la SEP, con el joven príncipe Aurelio Nuño que también se encarta en la lista, y también en la Sagarpa, donde José Calzada se mueve con dos escenarios enfrente: la posibilidad de ser el nuevo dirigente nacional del PRI y su interés, nunca abandonado, de buscar “la grande”. Sin olvidar al único gobernador que figuraría, el mexiquense Eruviel Ávila que, tras el apretado triunfo, aún sujeto a revisión, tan se ve presidenciable que ya prepara una nueva boda en las próximas semanas que lo coloque en la lista de presidenciables.

No faltará quien, dentro o fuera del PRI, opine que, con sus números actuales, su marca deteriorada y una pesada y tóxica losa llamada Peña Nieto, poco importa el nombre del candidato priísta; incluso dirán que “la caballada está flaca” o de plano que “de todos no se hace uno”, pero la historia enseña que al PRI no se le puede ni se le debe dar por muerto; hacerlo es un error que han pagado la sociedad y sus adversarios. El dinosaurio sigue ahí…y todavía se mueve.

NOTAS INDISCRETAS…Multidudinarias movilizaciones ayer en Saltillo y Torreón. Gritos de “¡Fuera el PRI!” y “¡No al fraude!”, resonaron en las calles y plazas de las principales ciudades de Coahuila. Hoy se sabrá el resultado final de la elección. Pero parece un hecho que si gana el PRI arderá Coahuila…Mientras tanto en el Edomex por fin apareció López Obrador junto a Delfina, a la que abandonó durante toda la jornada del domingo y nunca apareció con ella en la noche angustiosa del domingo. Ayer juntos, el tabasqueño y la maestra, se levantaron los brazos para gritar la consabida consigna: “Voto por voto, casilla por casilla” ¿Podrán contra la poderosa maquinaria que ya los arrolló, con todas sus mañas en las votaciones? Está por verse…Los dados mandan Escalera doble. Se compone la semana.

sgarciasoto@hotmail.com

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