En un hecho inédito en la historia de las sucesiones presidenciales en el PRI, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, arrancó el pasado 23 de septiembre una promoción personal de su nombre y su imagen con una batería de spots difundidos exclusivamente a través de las redes sociales. Sin hablar de sus aspiraciones, en esos spots Osorio intercala mensajes institucionales en los que utiliza el logo de la Segob, con otros en los que sólo aparece su nombre y su imagen con un llamativo y colorido diseño de un círculo formado por líneas en tres tonos de verde, blanco, rojo y un tono tinto y rosa ocre. Los spots del priísta mejor posicionado en las encuestas despertaron de inmediato comentarios y hasta reclamos de los opositores, que hablan de “actos anticipados de campaña”. Pero la principal pregunta que muchos se hacen es si en la promoción de su imagen tiene autorización expresa del presidente Enrique Peña Nieto o si Osorio se lanzó por la libre.

Allegados al secretario de Gobernación afirman que “por supuesto que el Presidente le dio luz verde” y que de otra manera Osorio Chong jamás hubiera lanzado esos spots en redes. “Él es un político totalmente institucional y no actuaría nunca sin consultarlo con el Presidente”, comentó un colaborador cercano del funcionario. El pasado 29 de abril Miguel Angel Osorio Chong presentó una solicitud ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para registrar su nombre completo como “marca registrada”, algo que usualmente hacen políticos y personajes públicos cuando van a iniciar campañas de promoción con su imagen.

Tras ver la batería de spots del secretario, que cuidadosamente se difunden sólo a través de redes sociales —algo no regulado en la legislación electoral— no queda duda de la intención de posicionar la imagen y el nombre del priísta que es en este momento el más aventajado en las encuestas. Y, según sus cercanos y conociendo la personalidad de Osorio, tampoco hay duda de que su campaña en redes contó con la aprobación de su jefe, el presidente Peña Nieto. La única duda que queda es saber si Osorio es el único priísta y miembro del gabinete al que Peña le dio “luz verde” para promocionarse rumbo a 2018, o si veremos pronto, también en redes, spots de José Antonio Meade o de Aurelio Nuño, los otros dos integrantes del gabinete que, aunque sin crecer en las encuestas, se saben con aspiraciones presidenciales. O igual algún otro político del PRI que, sin estar en el gabinete, tenga intenciones de buscar la candidatura de su partido a 2018.

Esa pregunta ya se la hacen los propios priístas, quienes dicen que nunca en la historia del PRI se ha lanzado a un solo aspirante a la Presidencia porque esa sería una “jugada suicida”. Si Peña Nieto ya le dio “luz verde” a uno, tendrá que abrir la baraja en el PRI, con todo y que muchos piensen que la caballada está muy flaca y que, con uno o con varios precandidatos, el PRI difícilmente retendrá el poder en 2018.

NOTAS INDISCRETAS… A propósito del PRI, se tambalea el proceso de “suspensión” que realizó la Comisión de Justicia Partidaria de ese partido, por instrucciones de su dirigente nacional, Enrique Ochoa, en el que le suspendieron sus derechos a Javier Duarte de Ochoa y a otros 7 funcionarios de su gobierno en Veracruz. Resulta que ayer, uno de los supuestos priístas suspendidos, Juan Rodríguez García, salió a denunciar en los medios que él no es militante del PRI y que nunca se afilió a ese partido. ¿Entonces de qué lo suspendieron? De inmediato el presidente de la citada Comisión, Fernando Elías Calles, salió a decir que todos son militantes y que se verificaron sus registros. El problema es que una consulta al padrón de militantes priístas en Xalapa, donde la mayoría de ellos radica, arroja que ni Rodríguez García, ex director Jurídico de Salud en el estado, ni José Antonio Chara Manzur, ex delegado de Economía, ni Israel Ramos Mange, notario público en el estado, ni Arturo Bermúdez, secretario de Seguridad, aparecen tampoco en el padrón del PRI veracruzano. Y a menos que estén registrados en otro estado, el caso apunta a que se puede caer, pues si a todos los pusieron en un solo expediente con el gobernador Duarte de Ochoa, éste podría fácilmente impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con el argumento de que se violó “el debido proceso” y podría dejar en ridículo al PRI nacional, a la Comisión de Justicia y al dirigente Enrique Ochoa y su cruzada contra la corrupción ¿De plano fueron tan descuidados para no verificar la militancia de los “suspendidos” o alguien hizo mal las cosas para facilitarle la impugnación a Duarte? Como están de revueltas las cosas en el PRI, todo puede ser… Los dados mandan Escalera. Mejora el tiro.

sgarciasoto@hotmail.com

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