Como el viejo refrán que dice que “quien siembra vientos cosecha tempestades”, Javier Duarte de Ochoa está en plena temporada de cosecha. Al gobernador de Veracruz le crecen los problemas y los enemigos en el ocaso de su sexenio y la polémica que siempre rodeó a su administración se agudiza y se exacerba con la temporada electoral en su estado. El nombre de Duarte se volvió elemento de golpeteo y rentabilidad electoral para la oposición en campaña, mientras que para su partido, el PRI, el mandatario es un problema del que toman distancia para no perder votos.

Prácticamente todos los candidatos a la gubernatura de Veracruz han trazado su estrategia de campaña sobre una promesa al electorado: castigar la corrupción y la inseguridad que vive el estado bajo el gobierno de Javier Duarte. No hay candidato, que no busque capitalizar el rechazo social y la baja aprobación del gobernador, con discursos que van desde lo más radical, como el candidato aliancista Miguel Angel Yunes que habla de “meter a la cárcel” al mandatario, hasta el abanderado de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, que califica a la administración duartista de “desastre”, o el candidato de Morena, Cuitláhuac García, que busca crecer montándose en la ola antiduartista junto con Andrés Manuel López Obrador que acusa de corrupción al gobernador.

Incluso el candidato del PRI, Héctor Yunes Landa, quien en la precampaña denunció malos manejos del gobierno estatal y se hizo acreedor a una reprimenda pública del Duarte con todo y caña de pescar “para pescar peces gordos”, ha empezado a deslindarse luego de encuestas que confirman un pesado fardo para su campaña. En el CEN del PRI los estrategas ya le recomendaron a Yunes Landa marcar distancia del gobernador de su partido y subir el tono crítico del discurso sobre la situación del estado en temas como la crisis financiera, inseguridad, violencia y malestar social.

“Vamos a tener que hacerlo, no podemos quedarnos sin decir nada cuando todos los candidatos basan su campaña en los errores del gobernador. El PRI también tendrá que marcar una línea crítica que le diga a la población que no aprobamos la situación del estado si queremos ganar”, dijo a esta columna un integrante de la dirigencia nacional priísta que pidió no ser identificado. La preocupación en el CEN tricolor es tal que hay voces que sugieren que el presidente Enrique Peña Nieto debe buscar “una salida” para Duarte e invitarlo a ocupar un cargo en el gobierno federal, para evitar el daño al PRI en estos comicios.

Una prueba de las tempestades que se vienen para el gobernador de Veracruz ocurrió este fin de semana cuando el gobernador perredista de Morelos, Graco Ramírez, aprovechó un evento de campaña en Villahermosa, para lanzarse contra Duarte de Ochoa, a quien cuestionó con una frase lapidaria: “En Veracruz no gobiernan, saquean”. Si a eso se añaden las declaraciones del auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, que acusó un faltante de 13 mil millones de pesos en las cuentas públicas veracruzanas, la conclusión es clara: todos van contra Javier Duarte, ya sea porque lo perciben débil y vulnerable o porque hay “línea” para quitarlo del camino y evitar un fardo que haga perder al PRI, por primera vez en la historia, la estratégica gubernatura de Veracruz a manos de una alianza opositora. En todo caso, la sabiduría popular no se equivoca: “el que siembra vientos...”

NOTAS INDISCRETAS…Víctor Fuentes, líder del poderoso SUTERM, se declaró en abierta rebeldía contra cualquier cambio que intente el director de la CFE, Enrique Ochoa, derivado de la reforma energética. El dirigente envío ayer una carta a todos los coordinadores regionales, secretarios seccionales y delegados del sindicato electricista en el país (de la que está columna tiene copia) en la que los llama abiertamente a sabotear y boicotear cualquier orden de cambio del director general, hasta que “nos informe al Comité Ejecutivo Nacional la nueva estructura y funciones y que de común acuerdo delineemos la estrategia para su correcta aplicación”. El líder sindical dice claramente a sus coordinadores y delegados del país “los instruyo a que bajo ninguna circunstancia se presenten a reuniones de trabajo en donde se planteen supuestas modificaciones a los métodos de trabajo y/o estructuras organizacionales derivadas de la reforma energética y asimismo no permitan la aplicación de ninguna de ellas”. ¿Así o más claro el desafío del SUTERM y su dirigente al director de la CFE? ¿Qué hará don Enrique Ochoa al respecto?...Los dados mandan Serpiente. Mala señal. sgarciasoto@hotmail.com

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