En las elecciones del próximo 5 de junio en el país, la atención se centra en las 12 gubernaturas estatales, por el peso político y económico que significa el control de un estado; sin embargo, entre esos comicios hay también una elección intermedia, la única, que resulta estratégica por tratarse de la entidad con la frontera más transitada hacia Estados Unidos. En Baja California se ubican tres cruces fronterizos de la mayor relevancia: Tijuana, Tecate y Mexicali, cuya población supera incluso a la de varios estados de la República.

Tan sólo Tijuana, ubicada como la frontera de mayor intercambio de personas en el mundo y la principal puerta de México a Estados Unidos, concentra una población mayor a Tlaxcala, Aguascalientes y Colima, y representa una ciudad estratégica en la economía y la relación bilateral, por la importancia que concede el gobierno estadounidense en su seguridad interna a toda esa franja fronteriza. Además, el electorado tijuanense, suele ser el que define políticamente al estado que hoy gobierna el PAN con el mandatario Francisco Kiko Vega, y en donde se mantiene un control panista que ya supera los 27 años ininterrumpidos en el poder.

El priísmo bajacaliforniano se encuentra dividido y aún cuando el gobierno de Kiko Vega es cuestionado en sus resultados y su calificación no es la mejor a la mitad del sexenio, el panorama rumbo a los próximos comicios no se ve favorable para la oposición. El priísmo enfrenta además el rechazo de la población fronteriza que en las pasadas elecciones federales de 2015 les negó el voto de tal modo que el PRI no ganó ni uno de los 8 distritos, en lo que se interpretó como “el costo del IVA en la frontera” aprobado en la polémica reforma fiscal del gobierno del presidente Peña Nieto.

Entre el protagonismo de Jorge Hank Rhon, que ejerce un fuerte cacicazgo en Tijuana, donde tiene sus negocios y concesiones de juego, y el resquebrajamiento del grupo de Fernando Castro Trenti, quien se fue de embajador a Argentina tras su fallida candidatura a gobernador, hay nuevos liderazgos que buscan reposicionar al PRI en el estado, como el del diputado René Mendivil, quien busca ser candidato a la alcadía de Tijuana.

A eso se añade que Hank sostiene en estos momentos un fuerte pleito con Carlos Bustamante, también ex alcalde de Tijuana. Pero lo que más pesa al priísmo bajacaliforniano es la alianza que, se dice, mantiene Hank Rhon con Kiko de la Vega, a cambio de la protección que el gobernador panista le da a sus negocios en la frontera.

Veremos, pues, si el PRI puede consolidar un nuevo liderazgo en la estratégica Baja California; pero por ahora, sin candidatos claros y con la división y traición de la que acusan a Hank Rhon, el panorama favorece al PAN más por inercia que por los resultados de su gobierno.

NOTAS INDISCRETAS… Si los políticos mexicanos tienen fama de cínicos —y de ella hicieron gala en la reciente visita del Papa aplaudiendo y pidiendo bendiciones—, uno se lleva el primer lugar. Ángel Aguirre Rivero se apareció de nuevo en su estado la semana pasada como “mediador” en la guerra de las izquierdas en su entidad por el agarrón que sostienen Luis Walton, de Movimiento Ciudadano, y el alcalde perredista de Acapulco, Evodio Velázquez, a quienes incluso sentó en una mesa para dirimir sus diferencias. Sería bueno que ya que anda de ofrecido, Aguirre aclare no sólo su negligencia criminal en el caso Ayotzinapa, sino también el boquete financiero de 3 mil 500 millones de pesos que la Auditoría Superior de la Federación le atribuye a su gobierno… Y hablando de cínicos, otros dos de primer nivel. Ayer en el registro de Blanca Alcalá como candidata del PRI a Puebla, se apareció nada más y nada menos que el “góber precioso” Mario Marín. Aunque varios priístas le habían “sugerido” no asistir, Marín se aferró a subirse al templete y salir en la foto con doña Blanca. Curioso porque fue precisamente el “precioso” quien vetó a Alcalá cuando hace seis años quiso ser candidata a la gubernatura… Y para rematar el trío de cínicos, ayer Graco Ramírez se lanzó durísimo contra su colega de Veracruz, Javier Duarte: “En Veracruz no gobiernan, saquean”, dijo el morelense sobre los faltantes de varios cientos de millones detectados por la ASF al gobierno veracruzano. No le falta razón a Graco, pero muchos morelenses podrían decir lo mismo de su gobierno. Así que después de oír su declaración nos surgen dos preguntas para Graco. La primera: ¿el golpe a Duarte fue espontáneo o alguien se lo pidió? Y la segunda: ¿no se mordió la lengua?...Los dados abren con Escalera. La semana promete.

sgarciasoto@hotmail.com

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