La reacción evasiva y contradictoria del gobierno de Peña Nieto y del PRI ante la captura de Humberto Moreira en España, confirma lo sorpresivo que fue el golpe para el grupo gobernante. Hasta ahora la clase priísta no ha sabido cómo reaccionar: si defender o abandonar a su ex dirigente nacional acusado de blanqueo de dinero y asociación criminal, aunque por instinto de supervivencia piden “esperar a que se defienda” y tímidamente ofrecen darle “respaldo jurídico, si lo pide”.

Por lo pronto, mientras los priístas no salen del pasmo, el de Moreira no es el único caso de ex gobernadores de su partido que están en la mira de autoridades extranjeras por corrupción. Al proceso español contra el ex gobernador de Coahuila —del que ayer se defendió diciendo que el dinero “viene de mis empresas de publicidad”— se sumarán nuevas acusaciones en la Corte federal del sur de Texas que desde hace más de un año investiga los movimientos financieros de Moreira. Ayer, el diario español El País documentó transferencias de casi 3 mil millones de pesos (246 millones de euros) realizadas por el ex tesorero de Moreira, Héctor Javier Villarreal, desde el JP Morgan Chase Bank a cuentas en paraísos fiscales de Bermudas, dinero que las autoridades estadounidenses del FBI rastrean como procedente del erario público del estado de Coahuila.

Y para confirmar las malas noticias para el PRI y Peña Nieto, los fiscales que llevan el caso contra Humberto Moreira Valdés en Estados Unidos son los mismos que elaboraron las acusaciones contra otros dos ex gobernadores priístas: Tomás Yarrington y Eugenio Hérnandez, de Tamaulipas. Se trata de los fiscales federales Kenneth Magidson y Robert L. Pitman, de los distritos sur y oeste de Texas, respectivamente, y quienes desde 2011 acusaron a Yarrington de “conspiración, crimen organizado y lavado de dinero”, por lo que el ex gobernador tamaulipeco es buscado por el FBI.

Son tan duros esos dos fiscales estadounidenses, que actualmente hay órdenes de aprehensión giradas en contra de Yarrington y de Hernández, quienes no pueden pisar suelo estadounidense porque serían detenidos. Y la semana pasada se le canceló la visa a otro ex gobernador de Tamaulipas, Manuel Cavazos Lerma, contra quien no pesa orden de aprehensión, pero tampoco puede ya ingresar a territorio estadounidense.

Magidson y Pitman serían los mismos fiscales que pidieron la detención de Héctor Javier Villarreal, el ex secretario de Finanzas de Coahuila capturado en 2014, y quien se declaró “culpable de lavado de dinero” en la Corte de Texas y luego fue liberado. Se presume que el ex tesorero de Moreira habría negociado con los fiscales estadounidenses y les habría dado información que compromete al ex gobernador y por ello obtuvo su libertad, igual que el empresario Rolando González Treviño, quien también se declaró culpable de “lavado de dinero” . En esa misma Corte también se libró orden de aprehensión contra Jorge Torres, el gobernador interino de Coahuila y quien sustituyó a Moreira en marzo de 2011 cuando dejó la gubernatura para irse como líder nacional del PRI.

Así que mientras el presidente Enrique Peña Nieto anda promoviendo su reforma petrolera en Arabia Saudita —en donde si algo sobra es el petróleo— y el dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, se concentraba anoche en ganar la reñida y sucia elección de Colima, desde el exterior seguirán llegando noticias no muy buenas para el gobierno y su partido. En la mira de autoridades extranjeras hay varios ex gobernadores priístas. Y la temporada de caza ha comenzado.

NOTAS INDISCRETAS… Aunque anoche había comenzado ya la guerra de cifras y tanto el PRI como el PAN declaraban ganadores a sus candidatos, la tendencia que mostraban los resultados preliminares del INE en la elección extraordinaria de Colima, apuntaba hacia una ligera y cerrada ventaja del candidato priísta, Ignacio Peralta. Con apenas 11% de casillas computadas, hacia las 9 de la noche, Peralta llevaba 42 mil votos contra 36 mil del panista Jorge Luis Preciado. Veremos cómo avanzan hoy los cómputos finales, pero todo indica que, con una diferencia mínima de 2 o 3 puntos, se definirá la elección de gobernador, lo que hace suponer nuevas impugnaciones, denuncias y quejas por incidentes reportados durante la jornada comicial como el robo de urnas y la quema de casillas. La turbia y virulenta elección colimense no se acaba hasta que se acaba… Los dados abren semana con Serpiente. Mal tiro.

sgarciasoto@hotmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses