Veinte meses le llevó a Miguel Ángel Mancera reabrir la Línea 12 del Metro y corregir las fallas que el gobierno de su antecesor, Marcelo Ebrard Casaubón, dejó en esa obra millonaria cuyo cierre “por seguridad”, no sólo le costó la ruptura política con su antiguo mentor, sino que también representó para el jefe de Gobierno el comienzo de una serie de eventos y decisiones desafortunadas que lo llevaron al fondo de su popularidad política. Hoy, con esta reapertura, Mancera retoma un lento pero sostenido camino que busca reconstruir y recuperar su imagen con miras a una decisión que tomó hace tiempo: aparecer en la boleta de la elección presidencial en 2018.

Los signos de recuperación en su aprobación en los últimos meses son apenas una muestra de que la estrategia emprendida comienza a dar resultados, aunque no le alcanza todavía al gobernante capitalino para recuperar todo lo que perdió en términos de imagen.

El problema para Mancera es que el tiempo apremia y, ante el aceleramiento de otros aspirantes en la sucesión presidencial adelantada, y los escasos dos años y dos meses que le quedan en la Jefatura de Gobierno –tomando en cuenta que tendría que separarse del cargo en enero del 2018— parecen insuficientes para reposicionar completamente su imagen y llegar a las campañas presidenciales en condiciones de competitividad frente al resto de los candidatos, especialmente frente a la otra opción de izquierda que será Andrés Manuel López Obrador y su Morena.

Porque ese es otro pendiente que aún no resuelve Miguel Ángel Mancera en su aspiración manifiesta por la Presidencia: ¿qué clase de candidato va a ser en 2018, el de un partido en franca decadencia como es el PRD, que se enfrentará además a un voto de izquierda fragmentado y dividido o que incluso analiza una posible alianza de supervivencia con el PAN, o un candidato “independiente” o ciudadano como él mismo lo ha planteado, y en ese caso, con qué estructura apoyaría su campaña y su proselitismo si hasta donde se sabe no tiene aún una organización propia o una red ciudadana que lo respalde claramente?

Eso es algo que tendrá que definir pronto el jefe de Gobierno porque no le queda mucho tiempo para clarificar con cuál de las dos opciones que él mismo ha barajado decide finalmente apuntalar su candidatura presidencial, que es lo único que ya tiene decidido. Tampoco le queda para eso mucho tiempo, pues si quiere que la ciudadanía, ya no sólo del DF sino de todo el país, comience a verlo como una opción real para la Presidencia de la República, tiene que definir clara y completamente por cuál bandera apostará y competirá: la partidista, con el mismo partido que lo llevó a gobernar la ciudad de México, o con la ciudadana. Porque al final las dos opciones son claramente incompatibles y jugar por tanto tiempo con ambas puede terminar por dañar su credibilidad frente a los electores.

Por ahora Mancera da un paso en su estrategia de reconstruir su imagen y echa andar nuevamente en su totalidad la Línea 12 del Metro que tanto daño causó a su administración la decisión de cerrarla. Le faltan muchos otros pendientes que se complican y se agravan en la ciudad, como la movilidad y el caos del tráfico vehicular, que se agravó con la brillante decisión de su secretaria de Medio Ambiente, Tania Müeller, que pretendió discriminar a los propietarios de autos más viejos prohibiéndoles la circulación y lo único que consiguió fue que la Suprema Corte los amparara y acabara en los hechos con el Hoy No Circula desatando el pandemónium de un tráfico paralizante en toda la metrópoli. Ese es apenas uno de los varios acertijos que le quedan por resolver al jefe de Gobierno si es quiere que su aspiración presidencial transite hacia 2018.

NOTAS INDISCRETAS… Ahora que la Subsecretaría de Prevención del Delito de la Segob está acéfala, con la licencia de Arturo Escobar que parece que será definitiva, en Bucareli empiezan a mencionar nombres de posibles sustitutos para el cargo. Y uno de los más interesantes que se escuchan, por el perfil y por su conocimiento profundo de los temas de seguridad pública y seguridad nacional es el del académico Javier Oliva Posadas. Aunque el doctor se encuentra en estos momentos en Londres, donde realiza actividad académica, su perfil de experto podría contrarrestar el daño que hizo a esa Subsecretaría el dirigente del PVEM, hoy sujeto a proceso por delitos electorales… Los dados abren con Escalera. La semana promete.

sgarciasoto@hotmail.com

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