El tema del apagón analógico está a punto de ocasionar el primer enfrentamiento abierto entre el presidente Enrique Peña Nieto y sus aliados estratégicos de las dos televisoras más grandes del país. Televisa y TV Azteca han hecho cuentas y los enormes costos financieros y de audiencia que les ocasionará la baja del switch a la televisión analógica el próximo 31 de diciembre —como manda la Constitución y debe ejecutar el gobierno— los hizo enfrentar la medida y buscar que se posponga “por unos meses más” para amortiguar el impacto económico en ambas empresas.

Y para hacerlo, las televisoras, sobre todo Televisa, comenzaron a mover sus tentáculos políticos y de poder para presionar al gobierno y al Instituto Federal de Telecomunicaciones, y lograr que el Congreso modifique el artículo transitorio de la reforma constitucional que puso plazo fatal al último minuto de este año para apagar la señal analógica y transitar a la digital.

Operadores de la televisora de San Ángel han hablado con dirigentes políticos y congresistas de varios partidos para que se pronuncien sobre el tema. Uno de ellos es el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, quien ya pidió públicamente que se posponga el apagón, y otro es el senador del mismo partido Javier Lozano, quien subió el tema a tribuna. Incluso, versiones que se manejan en el gobierno federal indican que detrás del “conflicto social” ocurrido en Monterrey, estuvo la mano de televisoras nacionales y locales que, apoyados por el PAN, agitaron a grupos para evidenciar incumplimiento del gobierno en el reparto de televisiones digitales.

“La realidad es que ninguno de los dos, ni Televisa ni Azteca, creyeron que el gobierno iba a poder cumplir con el plazo y que no tenían capacidad de entregar las televisiones. Pero la SCT reporta casi 9 millones de televisiones entregadas, 90 por ciento de avance, y calculan concluir a tiempo la entrega. Así que el tema es de las empresas, si no se prepararon con tiempo, que tuvieron bastante, problema suyo”, dijo un funcionario del gabinete consultado sobre el tema.

El mismo presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean, fuera de su costumbre, salió ayer a los medios para decir que su empresa está lista para el apagón pero le preocupa que, “ante los problemas que vimos en Monterrey”, se vaya a afectar a 10 por ciento de la población que no tiene aún televisión digital. “Nosotros estamos listos, tenemos hechas las inversiones y hemos ido mudando a la señal digital, pero nos preocupa mucho lo que pase con la gente que no tendrá señal a partir del 31 de diciembre, según el Inegi 10 por ciento de la población, que son los de más bajos recursos”, dijo ayer Azcárraga Jean en el noticiero radiofónico de Ciro Gómez Leyva.

Pero detrás del mensaje de “preocupación social” de las televisoras hay otra realidad. Cálculos en la industria estiman que tan sólo Televisa tendría que invertir aún 500 millones de pesos para terminar de adaptar sus sistemas a la Televisión Digital Abierta (TDA). Pero la mayor preocupación de las dos televisoras es que con el apagón el Instituto Brasileño de Opinión Pública (Ibope), que está midiendo niveles de audiencia televisiva que ya cuentan con señal digital, registre una disminución en sus números de audiencia, lo que impactaría la contratación de publicidad de anunciantes y las tarifas que cobran por sus tiempos comerciales.

Esos son los verdaderos motivos detrás de las preocupaciones de las televisoras: sus finanzas e ingresos. Y eso las lleva a presionar al gobierno para buscar que se aplace el apagón. Lo demás son historias de La Rosa de Guadalupe. La pregunta es para el presidente, en este primer enfrentamiento con sus aliados: ¿tiene el valor o le vale?

NOTAS INDISCRETAS… Los dos ejecutados que aparecieron en Iztapalapa han encendido las alarmas en el GDF. Los mensajes al estilo narco y hasta con faltas de ortografía no preocupan tanto como las acusaciones a funcionarios y custodios del Reclusorio Oriente. El procurador capitalino Rodolfo Ríos ordenó ya una averiguación previa en la Fiscalía de Servidores Públicos para personal de ese centro penitenciario señalado en los mensajes. Por lo demás, no le dan mayor credibilidad a los letreros y señalan que La Avispa es una persona que está presa en Santa Martha por homicidio, aunque sí llamó la atención eso de Gente Nueva, pues no hay registro de ninguna organización delictiva con ese nombre. Por lo pronto la instrucción de Mancera a la PGJDF fue investigar a fondo qué hay detrás de esas ejecuciones… Se baten los dados. Doble Escalera.

sgarciasoto@hotmail.com

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