El duelo entre “populistas” y “responsables” por 2018, tuvo en la última semana un marcador interesante: mientras Andrés Manuel López Obrador, autodeclarado populista —“que me anoten en la lista”— emprendió su campaña presidencial a nivel internacional y estuvo lo mismo en El Vaticano, donde entregó carta de admiración al papa Francisco, que en París, donde denunció la corrupción y el saqueo “histórico” del gobierno de Peña Nieto; aquí, el presidente y su gabinete no logran tapar el hoyo por donde se les fugó El Chapo Guzmán y la poca credibilidad que les queda se les sigue yendo por el mismo agujero de la regadera.

Porque mientras López Obrador, sin explicar claramente con qué financiamiento recorría Europa en una clara estrategia de posicionamiento para su proyecto presidencial, acá Peña Nieto prácticamente perdía, con los videos que evidenciaron en imágenes y sonidos la corrupción y la torpeza con que actuó su gobierno, a uno de sus aspirantes presidenciales mejor posicionados: el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, que si ya estaba en la lona después de la vergonzosa fuga del narcotraficante más buscado del mundo, ahora prácticamente quedó noqueado, al revelarse que fue personal del Cisen, desde monitoristas, hasta analistas y su director Eugenio Ímaz, los que no reaccionaron a pesar de lo que estaban viendo en las pantallas por donde se escapaba El Chapo en vivo y a todo color.

Osorio no sólo se equivocó al cargar toda la culpa de la fuga en la Comisión Nacional de Seguridad Pública y en el área de Inteligencia de la Policía Federal, donde se dieron los mayores despidos de funcionarios y titulares, sino que además, por razones que no quedan claras, encubrió a Ímaz y a todo su equipo del Cisen, a pesar de que eran ellos los responsables directos del monitoreo de la celda de Joaquín Guzmán y de que el propio director del centro de inteligencia tenía en sus oficinas una pantalla donde se veía y se escuchaba las 24 horas y en tiempo real lo mismo que presenciamos todos los mexicanos tras la filtración del video difundido la semana pasada. ¿Por qué entonces no hubo reacción, ya no sólo de los monitoristas que estaban en el Penal del Altiplano y que claramente parecen coludidos, sino del director del Cisen o de sus colaboradores más cercanos que tuvieron acceso a esas mismas imágenes y audio la noche del 11 de julio de 2015?

Esta semana, el jueves 22, el titular de Gobernación comparece ante la Cámara de Diputados para explicar, entre otras cosas cómo fue posible que las áreas de seguridad e inteligencia a su cargo, entre ellas el Cisen, no actuaran durante más de 32 minutos desde que desapareció de los monitores Joaquín Guzmán Loera, hasta que se da la alerta de fuga en el penal del Altiplano. Esa comparecencia podría ser el fin de las aspiraciones presidenciales de Osorio Chong que difícilmente se levantará del descontón que le propinaron —a él y al presidente— quienes filtraron ese video.

Y mientras Osorio yace noqueado, el que intenta que lo tomen en serio para el 2018 es el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, quien ha hecho de la reforma educativa y su mano dura contra la CNTE, la mejor arma de propaganda. No hay día que no aparezca, grandilocuente y altivo, en las pantallas de televisión o en las portadas de diarios, mostrando que, ahora sí, en el despacho histórico de José Vasconcelos hay alguien dispuesto a hacer política —y también futurismo— y a aplicar la ley a la disidencia magisterial.

Pero mientras en el PRI aún experimentan con un político joven como Nuño, y acusan la baja de Osorio, el temido enemigo del populismo les saca cada vez más ventaja y ya cruzó el charco para llevar, hasta el mismísimo Vaticano y a París, su discurso anti Peña Nieto, con un mensaje de corrupción y saqueo que absorben con avidez los periodistas europeos que abarrotan el salón parisino donde se publicita “La Lutte pour la Renaissance de Mexique”.

Días antes, López Obrador se cuela hábilmente en una audiencia pública en la Plaza de San Pedro, para entregarle en mano al papa Francisco una medallita de Fray Bartolomé de las Casa “defensor de los indios”, y una carta donde le expresa su admiración y respeto por ser un “Papa misionero y verdaderamente cristiano” al que se congratula de tener el próximo año de visita en México, en una jugada política de anticipación y colmillo.

Así que el marcador de la semana, en la adelantada sucesión es más que claro y contudente: Populistas: 3. Responsables: -1.

sgarciasoto@hotmail.com

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