El Comité Olímpico Internacional (COI) emitirá mañana jueves una primera “advertencia” para México en la que pedirá al gobierno mexicano que corrija y atienda “con carácter urgente” las violaciones de funcionarios deportivos —como el director de la Conade, Alfredo Castillo Cervantes— a la Carta Olímpica y a la autonomía e independencia del Comité Olímpico Mexicano (COM). El COI dará a las autoridades nacionales un plazo para tomar las medidas correctivas necesarias, so pena de expulsar al país del movimiento olímpico internacional, lo que le impediría participar, como nación, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en agosto de 2016.

La “amonestación”, que precedería a una posible expulsión en caso de que el gobierno de México no atienda las recomendaciones del COI, será enviada por el presidente del olimpismo internacional, Tomas Bach, al gabinete del presidente Enrique Peña Nieto, en respuesta a las denuncias que interpuso el COM en contra de Castillo Cervantes, a quien varias Federaciones deportivas acusaron de “presiones políticas y económicas”, que van desde la injerencia indebida al desconocer a sus dirigentes y pretender imponerles directivos, hasta amenazas y acusaciones de corrupción que no probaba.

El mismo presidente del COM, Carlos Padilla Becerra, realizó las denuncias ante el Comité Olímpico Internacional, luego de que el titular de la SEP, Aurelio Nuño, jefe de Castillo, se negara a recibirlo en audiencia, y de que incluso enviará una carta al presidente Peña Nieto denunciando el conflicto, sin recibir respuesta alguna de Los Pinos. Lo que escaló la confrontación e hizo estallar las quejas por violación de la Carta Olímpica, fue que Castillo pretendiera ser él quien decidiera la conformación de las selecciones olímpicas que irían a la olimpiada de 2016.

“El que paga manda. Si yo les doy el dinero, yo tengo que decidir. Todo lo quiere decidir el Comité Olímpico y yo soy el que les da dinero”, llegó a expresar el director de la Conade en reuniones con directivos del COM, ignorante de que la Ley General de Cultura Física y Deporte le concede esa facultad al Comité Olímpico Mexicano en su artículo 71, que dice a la letra: “El COM, en coordinación con la Conade, participará en la integración de las delegaciones deportivas que representen al país en las competiciones que se realicen en el ámbito internacional”.

Otro motivo de fricción fueron las quejas y acusaciones de Castillo contra el olimpismo internacional y sus directivos, a quienes en distintos foros tachaba de “injerencistas” y se quejaba de que “vienen al país y se roban nuestros recursos y pretenden imponernos sus normas”. Pero la propia ley mexicana concede y reconoce la vigencia de las normas olímpicas internacionales. El artículo 68 de la referida ley del deporte dice: “El COM se rige de acuerdo a su estatuto, reglamentos y por los principios y normas emanadas por el COI, de conformidad con la legislación nacional”. Y el artículo 69 completa: “El COM es el único organismo que tiene la facultad exclusiva para la representación del país en los Juegos Olímpicos”. ¿Qué peleaba entonces el señor Castillo o de qué acusaba a los órganos olímpicos reconocidos en las leyes nacionales?

La beligerancia y el nulo tacto político del titular de la Conade, que se ufanaba —en público y privado— de que “a mí el presidente (Peña Nieto) me mandó a emancipar el deporte y a liberarlo del atraco y la intromisión de las federaciones internacionales”, derivaron en un conflicto que hoy tiene a México al borde de una expulsión olímpica. Fiel a su estilo de policía, Alfredo Castillo tomó por las armas a la política deportiva y está a punto de hacer historia: que la bandera mexicana no ondee en las próximas olimpiadas de Río de Janeiro. ¿A eso lo mandó Peña Nieto?

NOTAS INDISCRETAS… Por primera vez tras varios meses de caídas, Pemex anunció anoche un incremento en su producción petrolera, que alcanzó los 2 millones 279 mil barriles diarios, la más alta desde abril de este año. La buena noticia, junto a los cambios internos y la reorganización que ha emprendido la petrolera, le valieron que calificadoras como Standard & Poors y Fitch le mantuvieran su calificación positiva, mientras esas mismas firmas disminuían su calificación de BP, Chevron, Exxon, Petrobras y Repsol. Lo único que causó extrañeza en Pemex fue que, a pesar de esos buenos indicadores, otra calificadora como Moody’s le disminuyera la calificación. En todo caso, la petrolera mexicana muestra signos de mejoría… Los dados repiten Serpiente. Mala racha.

sgarciasoto@hotmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses