En la Presidencia de la República están muy preocupados: si continúan desgastándose los señalados para ser candidatos del PRI a la grande en 2018, los ojos del gran elector mirarán cada vez más a la fila que sigue.

Con mayor o menor insistencia se mencionan en el círculo más íntimo del poder, los nombres de quienes por méritos propios, simpatías o empatías podrían representar una opción ganadora en la contienda presidencial, que se anticipa como la más feroz de la historia. Incluso, varios de los que están en esa segunda fila ya son incluidos en los sondeos ordenados por Los Pinos junto a los nombres que ya todos sabemos. Algunos han arrojado resultados sorprendentes. Aquí están por estricto orden alfabético.

Mikel Arriola.— No sería la primera vez que un director del Seguro Social sea mencionado precandidato. En su caso, ha ganado notoriedad por sus programas inscritos en el concepto de innovación, tan apreciado en estos tiempos. De limpísimo historial, no arrastra negativos que le impidan crecer.

José Reyes Baeza Terrazas.— El actual director del ISSSTE es uno de los políticos más sólidos y sensatos del gabinete ampliado, siendo un hombre discreto pero de resultados. Cuenta además con una amplia trayectoria como legislador. Y en cuanto a experiencia al mando, ahí está su gestión como gobernador de Chihuahua, el estado más extenso del país.

José Calzada Rovirosa.— El sector agropecuario ha crecido al triple de la media nacional y eso se debe en buena medida al empuje modernizador de Pepe Calzada, quien ha sabido impulsar la productividad, a la vez que conciliar con grupos extremos y hasta rabiosos. Como gobernador de Querétaro fue considerado el mejor de todos sus colegas.

Enrique de la Madrid Cordero.— Encabeza con éxito reconocido dentro y fuera el otro sector que más ha crecido en los tiempos recientes, reposicionando a México en las grandes ligas del turismo mundial en millones de visitantes. Su juventud, energética y carismática, se complementa con una sólida carrera en la banca y las finanzas públicas. Cada vez lo ven con más simpatía.

José Angel Gurría.— La mirada ha llegado hasta París en busca de este mexicano distinguido que ahora encabeza la OCDE; el llamado Club de los Ricos, en el que nuestro país es de los más pobres. Un político–tecnócrata que ha sido secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores. Nada más. Pero nada menos.

José Narro Robles.— Todavía en la segunda pero ya con un pie en la primera, el secretario de Salud ha sido cada vez más una alternativa priísta. Su paso como rector de la UNAM, le da un aura intelectual que rompe con el arquetipo del político tradicional y lo ha ejercitado en la relación con los jóvenes. Una versión ganadora de Bernie Sanders a la mexicana, dicen sus panegiristas.

David Penchyna Grub.— Dirige, y entregando muy buenas cuentas, el Infonavit, una de las instituciones más entrañables para los mexicanos. Su atrevimiento ha impuesto esquemas innovadores para el financiamiento de vivienda. En el Senado, siempre echado para adelante, fue el gran apoyo para las reformas estructurales del presidente Peña Nieto. Además, se la deben, cuando la candidatura de Hidalgo.

Ahí están. Muy dispuestos a dejarse ver. Aunque por ahora ocupen la segunda fila.

Periodista

ddn_rocha@hotmail.com

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