La fama trato de no llevarla o cargarla, mi ambición siempre ha sido superarla.

—He pasado por muchos trabajos, muchas ofensas, muchas calumnias, humillaciones, pero todo ha tenido una recompensa.

—Yo creo que lo que menos se puede perdonar es el éxito.

—En mi vida carecí de muchas cosas, pero hoy que tengo mucho, carezco de lo más importante para mí, mi parte vital, que es mi mamá.

—A mi papá no lo conocí porque murió cuando yo tenía seis meses, se volvió loco porque se le quemaron sus tierritas en Parácuaro e hizo no sé cuántas barbaridades, mi mamá y mis hermanos lo trajeron a la Ciudad de México y lo internaron en el manicomio de La Castañeda; dicen que se escapó o que se murió; el caso es que nunca jamás supimos de él.

—No uso joyas, porque no me gustan, no me van, pero todo lo que tengo en bienes materiales me lo he ganado.

—Empecé a escribir canciones a los trece años. La primera fue La muerte del palomo y la primera que grabé fue No tengo dinero, en una compañía muy importante, en la que al principio me dieron todo su apoyo, pero después, por falta de cariño, me descuidaron y por eso los dejé.

—Para mí componer canciones es una cosa muy natural, gracias a Dios nací con ese don y con esas cualidades.

—Lo más importante en la vida es estar enamorado. Pero cuando yo estoy enamorado todo marcha muy bien y me da mucha flojera escribir porque me la paso muy rico, aunque los problemas vienen cuando ya hay una separación.

—Claro que se escriben mejores canciones cuando uno está enamorado, sólo y dolido… o cuando lo engañan a uno.

RR: Dice usted “cuando está uno enamorado”, como si lo hubiera estado muchas veces.

JG: Yo sí… ¡yo siempre me enamoro!

RR: ¿Y no le da pena?

JG: ¿Por qué?

RR: Por ser tan inconstante.

JG: No… porque yo tengo que enamorarme… en mi caso estoy exento de culpa, porque soy un autor y escribo canciones.

RR. Pero a veces está solo.

JG: Es cierto, a veces estoy muy solo.

RR: ¿Y es usted feliz a pesar de estar solo?

JG: Yo soy muy feliz, porque tengo la conciencia tranquila… estoy muy bien centrado… siempre trato de superarme… muchas veces lo logro… cuando tengo fracasos les he sacado buen partido… trato de ser un buen mexicano.

RR: Yo supongo que alguien que ha sufrido tanto como usted, que ha sido tan atacado así como querido y admirado, ahora que tiene tanto éxito con un público entregado que se rinde a sus pies puede tener un sentimiento algo así como de triunfo: “vean cómo hago lo que quiero con ustedes”. Una especie de revancha.

JG: Eso que dice usted desmoronaría todo lo que yo he hecho, si actuara de esa manera… eso sería actuar negativamente… sería como retar y decir “ahora va la mía”… no, de ningún modo.

RR: ¿Y en el escenario?

JG: En el escenario soy otro, porque la gente me está esperando… algunos van con admiración, otros con morbo, otros diciendo “a mí no me gusta”; pero todos salen muy convencidos. ¿Por qué? Porque en el escenario yo salgo a darlo todo y el público se da cuenta. Ahí arriba, cuando canto, es una sensación difícil de descifrar, yo siento algo bello y extraño.

RR: ¿Qué quiere heredarnos?

JG: Si puedo servir un poquitín de ejemplo, de verdad me daría mucho gusto, porque es para mí un honor haber nacido en este país y ser Juan Gabriel.

PD: Entrevista realizada en Para Gente Grande en 1984. El tenía 34 años y era ya un ídolo.

Periodista

ddn_rocha@hotmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses