Para la elección presidencial de 2018 faltan 2 años, 9 meses y 2 días. Y si quiere una acercamiento al próximo presidente de los mexicanos, es probable que lo encuentre entre los 12 apóstoles que se enumeran a continuación.

Manlio Fabio Beltrones, José Antonio Meade, Eruviel Ávila, Luis Videgaray, Miguel Osorio, Aurelio Nuño, Claudia Ruiz Massieu, Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle, Miguel Mancera, Andrés Manuel López Obrador y Manuel Velasco.

Es curioso que de los 12 apóstoles para 2018, diez son o han sido del PRI. Sólo Margarita Zavala y Miguel Mancera no han militado en el tricolor.

Así, en los próximos mil 8 días veremos en campaña previa a siete precandidatos del PRI, a dos precandidatos del PAN, dos de las llamadas izquierdas y uno del PVEM. De los 12 precandidatos presidenciales 2 son mujeres; Margarita Zavala y Claudia Ruiz Massieu. Cuatro son gobernadores en activo; Eruviel Ávila, Miguel Ángel Mancera, Rafael Moreno Valle y Manuel Velasco. En tanto cinco son secretarios de Estado, uno es dirigente del PRI, otro dueño de Morena y Margarita Zavala, ama de casa.

Peña y el cambio de baraja. El PRI, como queda claro, cuenta con la mayor baraja de candidatos presidenciales; siete en total. Pero no es nuevo que en los procesos de sucesión Enrique Peña Nieto prefiera no sólo una baraja numerosa sino un cambio frecuente de cartas. Y cualquiera que haya seguido el desempeño de Peña Nieto habrá entendido lo anterior.

Cuando condujo el relevo como gobernador en el Estado de México, Peña promovió una amplia baraja de la que sobrevivieron cuatro finalistas. Alfredo del Mazo, Ernesto Némer, Luis Videgaray y Eruviel Ávila.

Hoy la idea es contar con la mayor cantidad de perfiles para disponer de toda la gama de posibilidades —no sólo como método político de selección sino como seguro de contingencias—, ya que en toda sucesión resulta suicida tener sólo una o dos cartas para el relevo del poder.

Si lo dudan, basta recordar la traumática experiencia del caso Colosio, el candidato presidencial del PRI asesinado al inicio de su campaña, y cuyo relevo cambió la historia. Y es que el presidente saliente, Carlos Salinas, no contaba con más cartas frente a una eventualidad como esa.

Los siete del PRI. Como todos saben, el mensaje central de los cambios en el gabinete de Peña Nieto fue el reacomodo de fuerzas al interior del gobierno federal, rumbo a 2018, lo que permite al Presidente contar con una baraja de presidenciales nada desdeñable.

1.— En rigor, el Presidente cambió de baraja desde el momento en que designó como presidente del PRI a Manlio Fabio Beltrones. En ese momento —y con la llegada del sonorense a la batalla presidencial—, Peña Nieto no sólo rompió la hegemonía de la llamada Tríada —Videgaray, Osorio y Nuño—, sino que sumó a la carrera presidencial a todos los grupos del PRI.

Y el golpe de timón fue no sólo espectacular en su mensaje, sino que significó un candado de seguridad par mantener la unidad del partido. Vale recordar que las dos grandes derrotas del PRI —2000 y 2006—, se debieron a la debilidad del PRI producto de la división del partido.

2.— El segundo golpe fue abrir la competencia de los aspirantes al 2018 a otros integrantes del gabinete presidencial. Hasta hace semanas la pelea abierta se daba entre Miguel Osorio y Luis Videgaray. Hoy Peña Nieto sumó a su preferido, José Antonio Meade, a una posición de privilegio; la Sedesol. ¿Y por qué de privilegio?

Porque en Sedesol Meade pasa de la estratégica Secretaría de Relaciones Exteriores al popular Desarrollo Social. Dicho de otro modo, Peña placea al hoy cuatro veces secretario de Estado y de golpe y porrazo convierte a Meade en su carta fuerte; carta que entra en competencia directa con el más acabado producto del PRI; Manlio Fabio Beltrones. Es decir, Beltrones y Meade puntean la carrera presidencial por el PRI.

3.— Pero nada excluye al gobernador más aventajado de los priístas, el mexiquense Eruviel Ávila, que fiel a su talante, apuesta a los resultados más que a la estridencia política. Y un indicador de los resultados es que el estado al que más viaja en giras de trabajo el presidente Peña es al Estado de México.

4.— Nadie, en su sano juicio, puede descartar de la carrera presidencial a los fundadores de la llamada Triada. Como saben, Luis Videgaray, Miguel Osorio y Aurelio Nuño siguen con vida. Pero también es cierto que nadie puede ignorar que el ejercicio del poder desgasta y a veces diluye. Osorio y Videgaray han pagado buena parte del costo del poder y de los escándalos del mismo poder.

El mérito, en todo caso, es que Osorio y Videgaray siguen vivos a pesar de la fuga de El Chapo y de la crisis económica internacional. Pero el caso de Aurelio Nuño es distinto. Pasó de la comodidad del bajo perfil en la Oficina de la Presidencia, al agobio de la SEP. En castellano, le tocó “bailar con la más fea”. Y nada asegura que verá la luz al final del túnel.

5.— Y el caso del enroque de Claudia Ruiz Massieu —de Turismo a SRE—, es un premio a sus méritos —a pesar de algunos de sus colaboradores—, y es un movimiento estratégico como alternativa femenina en prevención del crecimiento de Margarita Zavala. Es decir, que en el PRI habrá de todo, como en botica.

Los opositores. En el PAN, la más seria candidata presidencial se llama Margarita Zavala, quien a pesar del bajo perfil que tiene hasta el momento, aventaja en todas las encuestas a los aspirantes azules que han hecho público su destape. Margarita enfrentará la alianza de Ricardo Anaya, Gustavo Madero y Rafael Moreno Valle que logró apoderarse del aparato del partido. Está claro que los tres le “echarán montón” para reventar la mejor alternativa que tiene el PAN para 2018.

Y en el caso de las izquierdas, la mejor alternativa sigue siendo el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera. Muchos le reprochan a Mancera la derrota del PRD en el DF. No saben que más que una derrota el resultado se debió a una negociación y a que prefirió “catafixiar” posiciones con la Morena de AMLO, que enfrentar a las rabiosas tribus.

A pesar de esos acuerdos —y contra lo que muchos suponen—, López Obrador no resultó el gran ganador que dicen. ¿Por qué? Porque no pudo derrotar al PRD de Los Chuchos. Si, nadie escatima las victorias de Morena. Pero también es cierto que se quedó muy por debajo de lo que esperaba el propio AMLO.

Por último, todos saben que Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, está en abierta campaña presidencial, Pero también todos saben que es un recurso de última hora, a favor del PRI.

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