El 3 de agosto aquí dijimos que no existían pruebas para acusar a Javier Duarte, gobernador de Veracruz, del crimen múltiple de la colonia Narvarte del DF.

Dijimos que, en efecto, Duarte y Veracruz son la peor amenaza para el ejercicio del periodismo en México y que sin una sola evidencia nadie podía acusar al mandatario veracruzano del crimen del “periodista” Rubén Espinosa.

Y dijimos que de las hipótesis planteadas hasta entonces por la PGJDF por lo menos dos cobraban fuerza: la del “lugar y el momento equivocados” por parte del “periodista” y la del robo por narcomenudeo.

Curiosamente, opinar a partir de nuestra pesquisa periodística y no avalar el linchamiento mediático contra Duarte costó que fuéramos víctimas de un grosero linchamiento mediático. Regresamos al tema el 10 de agosto e insistimos con más datos que se trató “de un vulgar robo”. De nuevo las jaurías babeantes nos atacaron.

Hoy, sin embargo, podemos confirmar lo que señalamos desde el 3 de agosto: que el crimen fue un vulgar robo, que el móvil fue el narcomenudeo y que ninguno de los presuntos asesinos conocía al “periodista” Rubén Espinosa. En realidad iban por la colombiana Mile Virginia Martín, sexoservidora y dealer.

Pasará tiempo para que la PGJDF revele la conclusión —porque perfecciona la indagatoria y por temor al linchamiento mediático y miedo a los
coadyuvantes—, pero lo que no sabe la PGJDF es que los coadyuvantes difundieron la declaración de los dos detenidos, lo que permite reconstruir buena parte de la verdad histórica.

Y es que el portal especializado www.letraroja.com.mx difundió el manuscrito de las declaraciones —obtenido por uno de los coadyuvantes—, que permite llegar a 15 coincidencias concluyentes que confirman el robo y el narcomenudeo como móvil del crimen, y que a continuación resumimos.

1.— Los detenidos y presuntos responsables Daniel Pacheco y Abraham Torres coinciden en que se conocieron previamente.

2.— Coinciden en que al tercer implicado lo conocían por el nombre de Omar.

3.— Coinciden en que no conocían al “periodista” Rubén Espinosa.

4.— Coinciden en que no conocían a Nadia Vera.

5.— Daniel Pacheco y Abraham Torres coinciden en que conocían a la colombiana Mile Virginia Martín.

6.— Coinciden en que Mile Martín se dedicaba a la prostitución y narcomenudeo.

7.— Coinciden en que el automóvil tipo Ford Mustang era de la colombiana.

8.— Coinciden en que en el departamento 401 de la calle Luz Saviñón había droga.

9.— Coinciden en que Mile Virginia Martín consumía y vendía droga.

10.— Coinciden en que Olivia Alejandra Negrete, empleada doméstica, llegó después que ellos al departamento.

11.— Daniel Pacheco y Abraham Torres coinciden en que mantenían relación telefónica constante y meses antes con la colombiana Mile.

12.— Coinciden en que permanecieron en el lugar del crimen más de 30 minutos.

13.— Coinciden en que abandonaron el lugar con una mochila/maleta negra en donde ninguno dice lo que llevaba.

14.— Coinciden en que el 31 de julio iban a ver a Mile Virginia a su departamento. Ninguno sabía a quién más encontrarían en el lugar.

15.— Daniel Pacheco y Abraham Torres coinciden en que el último en salir fue Omar. Ni Daniel ni Abraham aceptan haber disparado.

¿Y el ataque a la libertad de expresión? ¿Y el ridículo de firmar una carta pública llena de mentiras por la supuesta muerte de la libertad de expresión? Al tiempo.

EN EL CAMINO. De vuelta el ridículo por Iguala. ¿Y qué pasó si no los quemaron? ¿Se evaporaron? ¡Los pillos de la CIDH quieren más millones de pesos!

www.ricardoaleman.com.mx

Twitter: @ricardoalemanmx

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses