Mucho se ha escrito sobre los abusos y excesos cometidos por los mal llamados maestros de la mafiosa CNTE. Hoy, cualquiera con acceso a medios sabe que los disidentes del “magisterio charro” son todo aquello —si no es que peor—, contra lo que iniciaron su lucha, hace tres décadas.

Se sabe, por ejemplo, que dirigencias de la CNTE en Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas y el Distrito Federal —entre otros estados—, son grupos mafiosos a los que nada importa la educación y sólo buscan el botín del presupuesto educativo.

También se sabe que la mafiosa CNTE —y sus hermanas CETEG, APPO y otras— es culpable del crimen del siglo: dejar sin educación a millones de niños a lo largo de 30 años. Y esa carencia de educación es igual a condenar a millones de ciudadanos a la pobreza, la miseria y la desigualdad.

Pero lo que pocos saben —y muchos otros no quieren ver— es que sea la CNTE, CETEG o APPO, su nacimiento, crecimiento y maduración fueron posibles gracias a la política, a los políticos y los partidos. Más aún, no se entiende un grupo mafioso con el poder de la CNTE y sus hermanas sin el aval de PRI, PAN, PRD, MC y Morena, entre muchos otros partidos que han vivido del dinero público saqueado por los dizque maestros.

Por eso las preguntas elementales: ¿Quién iniciará un juicio penal y político contra gobernadores que inventaron, solaparon y alentaron el nacimiento y fortalecimiento de la CNTE? ¿Quién sancionará a gobernadores como Heladio Ramírez, Diódoro Carrasco, José Murat, Ulises Ruiz y Gabino Cué? ¿Hasta donde llega la responsabilidad de esos mandatarios estatales en el fracaso de Oaxaca?

El problema va más lejos. También participaron en la complicidad presidentes como Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. ¿No habrá un solo extrañamiento por la ruina que permitieron en Oaxaca y por no haber sido capaces de parar en su momento a la CNTE? ¿Tampoco nadie sancionará o reprenderá a los poderes Legislativo y Judicial?

Pero tampoco ahí termina. La culpa directa del fracaso educativo, económico y social en Oaxaca también toca —y de manera sobresaliente—, a los partidos políticos. En efecto, el PRI de Heladio Ramírez, de Diódoro Carrasco, José Murat y Ulises Ruiz tiene buena parte de culpa en el nacimiento y florecimiento de la mafiosa CNTE. Y hasta hoy nadie le ha exigido al PRI pagar los platos rotos. El PAN de Vicente Fox y Felipe Calderón también resultó omiso en la tragedia de Oaxaca.

Pero resulta aún más cuestionable la alianza “contranatura” del PAN y el PRD contra el PRI en Oaxaca. Si hacemos memoria recordaremos que el gobierno “botarga” de Gabino Cué llegó al poder gracias a dos grandes aliados. 1.— Los partidos de la derecha y la izquierda —incluido AMLO—; el PAN y el PRD.

En efecto, Gabino Cué echó al PRI de Oaxaca, pero desde el arranque la CNTE se tragó a su gobierno. Y cuando fue evidente el fracaso ni el PAN, menos el PRD y no se diga AMLO, se hicieron cargo del cochinero que provocaron en Oaxaca.

Por eso el reclamo. ¿Quién sancionará políticamente a los jefes del PRD y el PAN? ¿Quién castigará al dueño de Morena por el fracaso educativo de millones de niños en Oaxaca? Ahora resulta que el gobierno de Peña Nieto debió limpiar el cochinero que dejaron el PAN y el PRD en Oaxaca.

Ahora resulta que ningún político o partido pagará por la tragedia de Oaxaca. ¡Eso sí, AMLO ya pelea la carroña de la CNTE, igual que peleó por el cadáver del SME!

La política mexicana y sus políticos. Al tiempo.

Twitter: @ricardoalemanmx

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