La tendencia parece consolidarse: en las elecciones del Estado de México habrá un final de fotografía entre el PRI y Morena. La más reciente encuesta de la Presidencia muestra, a quince días de que los mexiquenses salgan a votar, que Alfredo del Mazo tiene 25.34% de las preferencias del voto y Delfina Gómez 24.56%.

Si el margen de error de este ejercicio demoscópico, realizado el 12 y 13 de mayo pasados, es de +/- 4%, y la diferencia entre esos dos candidatos es de menos de un punto porcentual (78 décimas para ser exactos), eso significa que están empatados.

La que está en estos momentos fuera del margen de error, de acuerdo con la misma encuesta, es la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, al registrar 18.75% de las preferencias, es decir, 5.81 puntos porcentuales debajo de la aspirante morenista y 6.59 puntos porcentuales detrás del priísta. No obstante, los estrategas de la panista están convencidos, de acuerdo con sus mediciones, que van hacia una elección de tercios y que cualquiera de los tres punteros puede ganar.

En una cuarta posición, la encuesta ubica con 12.4% al perredista Juan Zepeda quien, dicho sea de paso, se ha mostrado como un buen candidato, lo que su “cuarto de guerra” considera un activo que le permitirá acercarse a Vázquez Mota en los ya pocos días que quedan de campaña.

No debe soslayarse este otro dato: A la pregunta “¿por cuál partido definitivamente no votaría?”, 38.84% respondió que por el PRI y 12.66% por Morena. Este último es el que menos negativos tiene, mientras que el tricolor es el que registra más.

No se ven bien las cosas para el PRI y su candidato. Su “cuarto de guerra” lo sabe, y entiende que, en condiciones de piso parejo, pueden perder la elección. Por eso en sus reuniones y análisis cotidianos, se ha planteado el objetivo de ganarla a cualquier costo.

Esta última encuesta de la Presidencia ya midió el desempeño de los candidatos en los dos debates, el abierto apoyo federal y estatal a Del Mazo, la entrega de ayuda económica, en efectivo y en especie, a los potenciales votantes, la acusación de que Delfina cobró un “diezmo” a trabajadores de la presidencia municipal de Texcoco cuando ella la encabezó, y la entrega de contratos de obra al hoy alcalde y padrino político de la morenista, Higinio Martínez. Pero ni así han bajado a la candidata de Morena.

“Diezmo” y presuntos contratos amañados dieron lugar ya a denuncias penales, con la expectativa de que la maestra Delfina sea sometida a proceso, pierda sus derechos políticos y, por lo tanto, la candidatura. De concretarse ese escenario, lo que en términos de tiempo se ve muy difícil, estaríamos en la reedición del desafuero de AMLO ocurrido entre 2004 y 2005, y que acabó por favorecer al entonces aspirante presidencial del PRD. Pareciera que no aprenden.

¿Qué le queda entonces al “cuarto de guerra” priísta para lograr el objetivo de ganar a como dé lugar? Fuentes confiables aseguran que ahí se han planteado, incluso, el escenario del fraude cibernético o, dicho eufemísticamente, un conteo de votos similar al que dio la Presidencia en 2006 a Felipe Calderón por una diferencia de solo 0.58% de los votos.

Muy cercanos al ex presidente en su campaña y gobierno, fueron algunos de los que hoy están al frente de la estrategia de Del Mazo. Los encabeza Alejandra Sota, la coordinadora de Comunicación y vocera del panista y ahora, en medio de no pocos jaloneos, estratega en jefe del candidato priísta, vía el actual gobernador Eruviel Ávila, a quien asesora desde hace cinco años. El actual jefe de prensa del mandatario mexiquense, Alejandro Etchegaray, es uno de los principales operadores de Sota, quien lo tuvo como director de Normatividad de Comunicación en la Segob, cuando ella era la vocera de Calderón.

Así que, a estas alturas no se ve otra para que el PRI retenga el Estado de México al costo que sea. ¿Lo permitirán los mexiquenses y la oposición?

INSTANTÁNEAS: 1. CAOS. El asesinato en Culiacán del periodista Javier Valdez no sólo evidenció que la violencia del narcotráfico está fuera de control. También sacó a relucir el caos político que impera en Sinaloa. El gobernador Quirino Ordaz lleva seis meses en el cargo. En ese lapso se han registrado poco más de 600 homicidios. Las pugnas políticas con priístas que aspiraron a la gubernatura, pero que después accedieron a respaldarlo (David López y Heriberto Galindo, entre ellos) han formado un grave vacío político. En ese contexto se complica la operación del secretario de Seguridad Pública, Genaro Robles Casillas, un general que llegó con la recomendación del general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, a la sazón padrino de bodas del actual mandatario estatal.

2. ABANDONO. Es de pena la actuación del defeño alcalde de Puebla, Luis Banck Serrato, quien está más dedicado a conseguir su reelección (posible para munícipes y diputados locales a partir de 2018), que atender la inseguridad desatada en esa capital. El abandono le causa ya graves problemas al gobernador Antonio Galí quien, como anterior alcalde de Puebla, mantuvo el problema bajo control.

3. BODAS. El chisme, en Toluca, es que el gobernador Eruviel Ávila se casa el próximo 24 de junio con una joven de origen libanés. Y se dice, acá en la CDMX, que otro que se casa es el Consejero Jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos Cervantes. Su novia es la politóloga Paulina Landa Quintanilla, secretaria privada del procurador Raúl Cervantes, primo del novio. ¡Felicidades!

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