¿Qué ve el Presidente, qué informes le da su círculo interno, como para que asegure, sin matiz, que la crisis solamente está en la mente de algunos? La aseveración, ya convertida en clásico de los gazapos políticos mexicanos, no se sostiene en la realidad. Peña Nieto esgrime cifras que no alcanzan a mostrar la mejoría del país. Lleva cuatro años diciendo que ya vienen los grandiosos resultados de sus reformas sin que hasta ahora se vean siquiera esbozados en el horizonte ¿De verdad el Presidente está convencido de que el país no enfrenta una crisis de fondo?

En las críticas, burlas y memes provocados por esa declaración (planteada en un evento con militares, ahora tan frecuentes como los baños de pueblo, con selfie incluida, que le gusta darse al abrigo de vallas antimultitudes y de su inexpugnable aparato de seguridad), se atisba una primera respuesta que grita que la crisis no está solo en las mentes de los mexicanos, sino en las condiciones de vida de la mayoría.

¿Qué responde la vox populi a Peña Neto? En el micro, el Metro, los mercados, los barrios, las fábricas, el Ministerio Público, los tribunales, en las cárceles y en las comunidades rurales o indígenas: fruncen el ceño y preguntan: ¿cuál es el país que miran el Presidente y los suyos?

No hay manera más confiable para conocer la voz del pueblo que las encuestas de opinión, pese a los recurrentes yerros ocurridos cuando sesgan su consulta a favor de los intereses que las contratan. Pero para aproximar una respuesta, veamos resultados de ésta de GEA-ISA publicada apenas la semana pasada.

Tenemos una crisis de confianza: la mayoría de los mexicanos no cree en su gobierno ni en sus representantes ni en sus instituciones. Las peor calificadas son los partidos políticos, las policías y los sindicatos, cada uno de ellos con solo 7% de respuestas aprobatorias. ¿En quién confiamos? En las iglesias (36%), el Ejército (41%) y las universidades (42 por ciento). La cúspide de esta crisis se refleja en la baja aceptación de Peña Nieto: 77% de los consultados desaprueban su gestión y 58% la califican de mala. Consideran su principal error el aumento al precio de la gasolina (18%), mientras que el acierto mayormente calificado es la mejoría educativa, pero sólo con 8% de las respuestas.

Tenemos una crisis de legalidad y justicia, expresada en que 48% de los consultados considera que no deben cumplirse las leyes que son injustas; y 39% estima que el principal problema del país es la inseguridad.

Tenemos una crisis económica, pues esa es la opinión de la mayoría de los encuestados (60%) quienes consideran mala su actual situación (47%) y además estiman que va a empeorar (50%).

Tenemos una crisis política en la que 52% ve mala la situación y 47% cree que empeorará.

Y tenemos una crisis de esperanza en la que 82% considera que el país va por un rumbo equivocado en lo político (82%) y en lo económico (76%).

La mayoría de los mexicanos no creemos por lo tanto, señor Presidente, que solo en nuestras mentes esté la crisis.

INSTANTÁNEAS. 1. LICENCIA. El senador panista Héctor Larios se metió hasta la cocina a menos de dos meses de las elecciones de gobernador en Nayarit, al presentar ayer un punto de acuerdo relacionado con la detención del fiscal general nayarita Édgar Veytia, acusado de tráfico de drogas. Sin rodeos solicitó al gobernador priísta, Roberto Sandoval Castañeda, que pida licencia para no obstaculizar la investigación; a la PGR que tome el control de la Fiscalía Estatal de Nayarit para garantizar el esclarecimiento de las acusaciones y que informe al Senado si tuvo conocimiento de alguna investigación contra el hoy ex fiscal; y al Cisen, PGR y SESNSP (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública) informen cuál fue la institución federal responsable de realizar la prueba de control de confianza al fiscal. Édgar Veytia fue detenido el pasado 27 de marzo por agentes del Servicio de Protección de Fronteras y Aduanas, en San Diego California, acusado de conspirar para distribuir e importar narcóticos, entre enero de 2013 y febrero de 2017.

2. INFORME. La inseguridad ha golpeado durante los últimos meses a diversas delegaciones de la Ciudad de México. Sin embargo, al rendir su quinto informe ante la ALDF, el procurador general de justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, dio estadísticas que documentan una disminución de 7.7 por ciento en los delitos de alto impacto cometidos en la capital del país. Por ejemplo: disminuyó cuatro por ciento el robo de vehículos, 8.2% el robo a transeúnte en vía pública, 10.6% el robo a transportista, 13% el robo a casa habitación, 16.5% el robo a repartidor, 19.6% las violaciones; 21.4% robo a pasajeros a bordo de taxis, 21.5% robo a pasajero a bordo de microbús, 21.6% los secuestros y 28.3% robo a negocios con violencia. Ríos Garza volvió a hacer un llamado a la Asamblea Legislativa para que vuelva la vista a las necesidades de la Procuraduría a su cargo, ya que no le asignaron un buen presupuesto para este año.

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