Los dos principales socios de la empresa Oceanografía, Amado Yáñez y Martín Díaz, podrán finalmente verse las caras en prisión porque hace dos días las autoridades de Estados Unidos detuvieron en Miami al sobrino del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

Bajo acusaciones mutuas de ser responsables de los delitos de defraudación fiscal, lavado de dinero y falsificación de información, Yáñez y Díaz podrían compartir celdas en el mismo reclusorio de la capital del país, acusados de defraudar por más de 5 mil millones de pesos a Banamex. Oceanografía obtenía contratos petroleros mediante engaños y fraudes financieros, por lo cual desde hace casi un año Amado Yáñez está preso.

Otra buena noticia para Petróleos Mexicanos (Pemex) fue la desarticulación de un grupo implicado en un conflicto de intereses que involucra a un empleado de esa empresa productiva del Estado, José Aroldo de Hoyos Morales, con las empresas Chamsa Grupo Corporativo, SA de CV; Mava Group, Inc; Encino Integrated Services, LLC.

Según la petrolera y la Secretaría de la Función Pública, se trata de un contrato por 100 millones de pesos más 21 millones de dólares (unos 446 millones de pesos al tipo de cambio actual) para trabajos en pozos petroleros de los activos de la Región Norte.

Pero información de Pemex revela que las empresas implicadas obtuvieron de Pemex Exploración y Producción dos contratos, y no uno como se afirmó. Éstos implican un monto total de 751 millones 779 mil 373 pesos. Ambos fueron asignados a Chamsa Grupo Corporativo: el primero, el 23 de septiembre de 2013 y el segundo, el 24 de octubre de 2014.

Otro delicado caso que debe resolver la administración de Emilio Lozoya Austin al frente de Pemex está relacionado con los privilegios a la empresa Química Apollo, lo cual nos hace recordar a la controvertida Oceanografía.

Química Apollo ha recibido 79 contratos de las subsidiarias ahora reestructuradas Pemex Refinación, Pemex Gas y Petroquímica Básica y Pemex Exploración y Producción, por unos 4 mil millones de pesos (231 millones 736 mil 168 dólares, más 501 millones 555 mil 705 pesos). La mayoría de éstos, por adjudicación directa. La buena racha de la empresa también se reflejó en el último año de la gestión de Juan José Suárez Coppel, en 2012, cuando obtuvo 15 contratos por más de 2.6 mil millones de pesos.

Aunque su objeto social es la fabricación y comercialización de todo tipo de aditivos de combustión, así como la compra, importación, elaboración e industrialización en general, la mayoría de los trabajos contratados por las filiales de Pemex tienen que ver con la remediación del medio ambiente, un negocio en el que ya otras empresas se han enriquecido a costa del erario, como Saint Martin.

A Química Apollo se le ubica públicamente como la empresa de Marcos David Katz Halpern, uno de sus accionistas mayoritarios. Además de él, en esta compañía participan Xavier Autrey M., Alejandro Álvarez F., Carlos Álvarez F., y los hermanos Zvi, Rachel, Sara y Ariela Katz Kenner, y Enrique Trinidad Oaxaca; mientras que el apoderado legal es Constantine Apostolo Galanis Matzavinos.

Según la revista Líderes Mexicanos, Marcos David Katz participa en las empresas Inmobiliaria Arsaraz, Promotora Dínamo, Aerolíneas Marcos, Constructora Reynolds Latinoamericana. Además es presidente honorario de Hipotecaria Nacional y dueño de más de 50 por ciento de las acciones de la aerolínea Aeromar. Un extenso expediente armado sobre Química Apollo es analizado en el Congreso por una comisión especial, pero de éste hablaremos en otra columna.

oficiodepapel@yahoo.com.mx

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