La Habana, Cuba.- Las cosas en la Cuba post Fidel Castro están cambiando más rápido de lo que parece. A un mes de la muerte del líder de la Revolución Cubana en el país ya se respira un ambiente de cambio, principalmente en el ámbito económico. “Estamos por entrar a otra revolución, pero comercial”, me dijo Armando Acosta, un empresario de 65 años que vive en La Habana. Y así es: nunca como ahora se venden más productos importados en Cuba, cuya economía depende mayormente del turismo (40% del PIB nacional).

Uno de los productos mexicanos que comenzaron a venderse en la isla hace poco y que ya se convirtió en una de las marcas principales es la cerveza Sol, de la mexicana Cuauhtémoc Moctezuma, propiedad de Heineken. La Costeña también exporta sus salsas y otros productos a Cuba y América Móvil, la empresa de Carlos Slim, tiene un acuerdo de roaming con Cubacel, la principal firma de telecomunicaciones.

El intercambio comercial entre México y Cuba representó cerca de 450 millones de dólares el año pasado y se prevé que crezca más de 10% en 2017, impulsado por la llegada de más marcas y empresas mexicanas, tras el levantamiento del bloqueo económico de Estados Unidos que estiman les ha significado una pérdida económica de más de 125 mil millones de dólares.

De acuerdo con fuentes de la cámara de comercio cubana, al menos 10 empresas mexicanas están gestionando permisos para entrar a Cuba el próximo año. Entre ellas la mexicana Coca-Cola FEMSA, que vende cuatro de cada 10 refrescos en América Latina, y que podría cambiarle el sabor a la ‘cuba libre’. Cemex y Tradeco son otras dos compañías interesadas en llegar a Cuba.

Emilio Azcárraga, presidente de Televisa, estuvo en el país en julio pasado, explorando oportunidades para incursionar en el mercado cubano.

No es sorpresivo que Televisa tenga en la mira entrar al mercado cubano, tras la apertura a la inversión extranjera que anunció ese país en el 2014.

Hace poco Dish Latino dio a conocer una alianza con la televisora Cubamax para transmitir sus contenidos en Estados Unidos.

En el 2002, Emilio Azcárraga, quien normalmente divide su vida entre Miami y la Ciudad de México, se reunió en privado con Fidel Castro para establecer compromisos de inversión.

Este año se llevó a cabo en México un Foro de Negocios México-Cuba, principalmente para empresas interesadas en el negocio del turismo. Un dato que muestra el crecimiento de esta industria es la conectividad entre ambos países: hay alrededor de 70 vuelos semanales.

Cerca de 20 empresarios, los más relevantes de Cuba, se reunieron con la iniciativa privada mexicana para explorar oportunidades de inversión en ambos países. Los acercamientos generaron acuerdos de al menos 100 millones de dólares.

Cadenas hoteleras mexicanas como Posadas y Mayan también han externado su interés de llegar a Cuba. El sector hotelero es uno de los más desarrollados en la isla y es el que ha recibido mayor inversión extranjera.

Dagoberto Rodríguez, el ex embajador de Cuba en México, dijo en una entrevista con EL UNIVERSAL que recientemente se acordaron nuevos proyectos de inversión de firmas mexicanas, mientras que otros están en fase de negociación.

La mayoría de ellos están en los sectores de alimentos y bebidas, construcción y servicios turísticos.

En noviembre del 2015, el presidente de Cuba, Raúl Castro, hizo una visita de Estado a México con la intención de afianzar las relaciones bilaterales entre los dos países. Desde que asumió el poder, el hermano de Fidel Castro ha demostrado su interés por una mayor apertura a la inversión extrajera en Cuba, un mercado de 13 millones de personas.

Posdata. En los funerales de Fidel Castro, Enrique Peña Nieto dijo que México “acompañará a Cuba en su marcha hacia una sociedad más incluyente y próspera”. Y los empresarios mexicanos están en primera fila.

@MarioMal

 mario.maldonado.padilla@gmail.com

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