Del 9 al 11 de agosto se llevará a cabo en la ciudad de Oaxaca el Foro Internacional sobre Medios Indígenas y Comunitarios organizado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en colaboración con el Grupo de Incidencia para el Desarrollo de la Comunicación Indígena y Comunitaria (GIDCIC), en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Este interesante Foro pretende acercar a los diversos actores que participan en la toma de decisiones y el desarrollo de este sector a nivel nacional con sus contrapartes internacionales para que compartan experiencias, aprendizajes y visiones sobre el uso, apropiación y construcción de medios de comunicación propios. También se hablará sobre los diversos marcos regulatorios que en materia de radiodifusión y telecomunicaciones comunitarias existen o se están desarrollando en los países participantes.

La radio comunitaria y la radio indígena.

Ambas fueron reconocidas por primera vez en la Constitución en la reforma de 2013. No existe una definición en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, pero podemos decir que la radio comunitaria es definida a partir de tres aspectos que la caracterizan: se trata de una actividad con fines no lucrativos, la comunidad tiene el control sobre la propiedad y está caracterizada por la participación de la comunidad. Por ejemplo, acaban de otorgar una concesión de radio comunitaria en Ciudad Neza (“Neza Radio”) que da voz a los habitantes del municipio, difunde noticias de la zona, cultura y música, entre otros.

Ahora bien, hay que distinguir la radio indígena de la comunitaria. Dice la Ley que las concesiones para uso social comunitaria, se podrán otorgar a organizaciones de la sociedad civil que no persigan ni operen con fines de lucro y que estén constituidas bajo los principios de participación ciudadana directa, convivencia social, equidad, igualdad de género y pluralidad, mientras que las de uso social indígena, se podrán otorgar a los pueblos y comunidades indígenas del país y tendrán como fin la promoción, desarrollo y preservación de sus lenguas, cultura y conocimientos, promoviendo sus tradiciones, normas internas y bajo principios que respeten la igualdad de género, permitan la integración de mujeres indígenas en la participación de los objetivos para los que se solicita la concesión y demás elementos que constituyen las culturas e identidades indígenas.

Organizaciones vinculadas.


Existen diversas asociaciones nacionales e internacionales orientadas a proteger y desarrollar las radios comunitarias e indígenas. Aquí mencionaré dos:

(1) La AMARC (Asociación de Radios Comunitarias) es una organización no gubernamental internacional al servicio del movimiento de la radio comunitaria, que agrupa cerca de 4 mil miembros y asociados en más de 110 países, México entre ellos, y que por cierto hay que felicitar porque este mes cumple 25 años la organización en nuestro país, y

(2) La organización Redes por la Diversidad, Equidad y Sustentabilidad, A.C. (Redes) que impulsa la formación de redes de apoyo para organización grupos y comunidades y trabaja básicamente con medios indígenas.

La agenda.

Después de una campaña que criminalizaba a las radios comunitarias e indígenas, el IFT ahora las está apoyando. El GIDCIC, conformado por 15 organizaciones, se acercó al Pleno del IFT con una agenda que incluye, entre otros, el financiamiento vía 1% de publicidad, cesar las campañas que las criminalizan, transparentar el trámite de otorgamiento de concesiones, así como la organización de este Foro que se realiza gracias a la buena disposición del IFT.

Los retos.

Para Erick Huerta, coordinador de Redes, es necesario pensar en otro esquema de asignación de estaciones de radio distinta a la concesión porque es muy complicado, también el tema del financiamiento y la capacitación de los técnicos de las comunidades son retos que hay que seguir enfrentando. Irina Vázquez, coordinadora de AMARC México, considera adicionalmente que es importante defender la reserva del espectro que tienen estas radios en las zonas urbanas y no sólo en las rurales, así como que se tomen en cuenta otro tipo de convenios para incrementar el financiamiento, como por ejemplo a través de la producción nacional independiente. Por parte del IFT, este año se repartirá $1,353,850 pesos entre 15 radios sociales, este monto es 1% del total que tiene el IFT asignado para comunicación social.

Así, en este Foro que se transmitirá vía streaming en el sitio del ift.org.mx, aprenderemos muchas cosas, entre otras, que las radios comunitarias e indígenas NO son piratas aunque exista el interés en confundirlas.

EN LA SOBREMESA.

Y hablando de comunitarias, el 8 de agosto hay una reunión del Pleno del IFT en la que se discutirá un tema muy relevante. Resulta que en 20 poblaciones de Oaxaca de entre 200 y 2500 habitantes en las que no hay cobertura de telefonía móvil, la comunidad se organizó e instaló antenas para poder contar con este servicio. Lo desafortunado es que, aunque se le ha otorgado ya la primera concesión de uso social en telecomunicaciones, la Ley Federal de Derechos olvidó exentar a estas concesiones del pago de derechos por el uso del espectro. Así, está en peligro la subsistencia de este servicio en las 20 comunidades que abarca. Si ahí no llega ningún operador es porque no es costeable, pues entonces cómo pretenden que se paguen 700 mil pesos anuales si el servicio no tiene fines de lucro y su operación cuesta 1 millón y medio de pesos. Hay un amparo en trámite y dos iniciativas de reforma a la ley que no han prosperado, porque no quieren tocar la Ley Federal de Derechos. Si insisten en cobrar tendrán que suspender el servicio y dejarán a 40 mil habitantes sin servicio. Ojalá encuentren una solución.

Presidenta de Observatel y profesora de la Universidad Iberoamericana en México.
Este artículo refleja la posición personal de la autora.
Twitter @soyirenelevy

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