Es lamentable revisar las cifras que aseguran que desde 2014 México ocupa el primer lugar internacional en casos de bullying en educación básica, afectando a una enorme cantidad de estudiantes a nivel primaria y secundaria tanto de instituciones públicas cómo privadas. Para todos los que estudiamos estos niveles a mediados de los 80 y principios de los 90, la palabra es muy nueva y a pesar de que el bullying ya existía, lo cierto es que ahora es más preocupante al extenderse a esa segunda forma de vida, las redes sociales. El cyberbullyng es cada vez más constante y ha orillado a muchos jóvenes a cerrar sus cuentas, en el mejor de los casos, o a buscar peores alternativas para solucionar el acoso.

Dentro de las mismas redes sociales y desde finales de 2015 nació un proyecto interesante que hoy trabaja en contra del bullying de una manera muy divertida. Para los que no lo conocían, Cabronazi es una comunidad creada por cinco amigos españoles (cuya identidad es desconocida), pero que tienen entre 22 y 35 años y que arrancó primero como una página de Facebook y luego llegó a todas las demás redes sociales con el objetivo de llenar sus timelines con chistes, videos curiosos y divertidos memes. Sus creadores, que muchas veces han rechazado la publicidad o la publicación en sus perfiles de productos que les hagan ganar altas sumas de dinero, simplemente porque van en contra de la esencia de su proyecto, decidieron probar algo nuevo y dar un enorme salto al producir un cortometraje: Cabronazi. El origen, cuyo tema central es el bullying.

De la casa productora Vimema (ganadores de un León de Plata en el festival de Cannes por su spot “Patria” para el Salón Erótico de Barcelona), el cortometraje dirigido por Carles Valdés fue lanzado en Facebook; relata de una manera muy surrealista la vida de un niño que sufre bullying por su peculiar aspecto físico desde muy pequeño. El guión “recitado” por una voz en off hace mucho más divertido e interesante el surrealismo mágico de la historia y, sobre todo, acentúa la parte chusca de lo que le pasa al protagonista. Sin duda la moraleja de la historia busca hacer reflexionar a su público (principalmente jóvenes) de lo poderosas que pueden ser las redes sociales.

El film ha sido un éxito en España y otros lugares de Europa, más de medio millón de visualizaciones, más de 3 mil 500 veces compartido y una inmensa cantidad de comentarios positivos y likes a menos de 12 horas de haberse publicado en el perfil de Facebook.

Cabronazi es ya, desde su nombre, un signo de rebeldía mezclado con burla, pero buscando de alguna forma hacer pensar a los jóvenes lo que está sucediendo en muchos lugares del planeta. El avatar del grupo es una fotografía reintervenida de Hitler con uniforme rosa pastel, maquillado de mejillas y labios, con unos falsos anteojos morados y unos grandes cuernos de cabra (de ahí entonces el nombre que se hizo sutil para evitar ser vetado por Facebook).

Después de ver el cortometraje que tan sólo dura siete minutos (en el siguiente link https://vimeo.com/224204358) pensé en que sería una magnífica idea que se produjera algo similar dirigido a los estudiantes latinos, a las víctimas de bullying en nuestro país. Las redes sociales pueden ser calificadas como factores de distracción o adictivas para muchos, entonces, ¿por qué no hacer lo mismo que hicieron estos cinco amigos españoles? Pensando que ahora todo se hace viral y que con sólo dar un clic desde el teléfono móvil podemos ser espectadores de una historia divertida que nos haga pensar.

No hay muchos comentarios (ni buenos ni malos) de los grandes críticos del cine con respecto al colectivo, al nombre, a sus ideas y a su cortometraje, sin embargo valdría la pena verlo y hacernos nuestra propia idea al respecto.

@Lacevos

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