La información contenida en dispositivos telefónicos que las autoridades hallaron en poder de sicarios de Guerreros Unidos —el grupo criminal que entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 secuestró y desapareció a 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa— revela que uno de los sicarios intercambiaba mensajes con un interlocutor registrado en su agenda como “Gendarmería Guerrerense”.

El 8 de octubre de 2014, a las 3:11:50, “Gendarmería Guerrerense” le envió un mensaje al sicario identificado como Pozole:

Gendarmería Guerrerense: Que hay viejo como andamos?

Pozole: Vien viejo akiandamos.

Gendarmería Guerrerense: Ya esta viejo cuidece viejo aquí seguimos.

Según el informe técnico de la telefonía de algunos miembros de Guerreros Unidos, elaborado por la PGR y del que procede esta información, el pin de “Gendarmería Guerrerense” era el siguiente: 26AB281C.

El diálogo con Pozole fue breve, pero ayudaría a explicar, entre otras cosas, por qué uno de los jefes operativos de Guerreros Unidos, El Cabo Gil, tenía pormenores de la investigación que las autoridades estaban realizando en Iguala: sabía, por ejemplo, que “le reventaron la casa a la mamá del Valla” y que “mañana van a checar varios lugares”.

En ese instante habían pasado dos semanas desde la desaparición de los normalistas. El expediente del caso indica que El Cabo Gil había enviado mensajes a sus subordinados:

“Salte de Iguala porque hay mucho gobierno”, le escribió a Raúl Núñez Salgado, alias La Camperra.

Sidronio Casarrubias Salgado, señalado como líder de la organización tras la captura de su hermano, Mario Casarrubias Salgado, El Sapo Guapo, relató en su declaración ministerial que El Gil le hizo saber en un mensaje de BlackBerry “que se iba a enmontar” y se llevaría consigo al subdirector de la policía de Iguala, Francisco Salgado Valladares.

También a través de mensajes telefónicos el jefe de sicarios apodado El Chucky le avisó a uno de sus ejecutores, Marco Antonio Ríos Berber, “que se estaba calentando la plaza e iba a haber pedo”.

Los integrantes del grupo criminal huyeron de Iguala, se escondieron en casas de amigos y familiares, y permanecieron “entusados”.

Uno de ellos sostuvo, el 2 de octubre de 2014, esta comunicación:

Madre: Dios los acompañe. Ya s han a dormir, s t olvidaron. las belas.

Sicario: Sí pues madre.

Madre: Ok ya s BAM a dormir q ban. a almorzar q quoeren.

El 5 de octubre ocurrió este diálogo:

Sicario: Tia nadms ai 2 camionetas d verdes y 1 d estatal ya se fueron judiciales todo esta trankilo m mandaron msj.

Tía: Si pero tu no vayas avenir por nada del mundo

Sicario: Ok nadms diga le ami mama k ya no me espante a jeny xk seme pone muy mal.

El 7 de octubre, el sicario se comunicó con Suegra y Amorrr.

Suegra: Andan atrás de tu colonia.

Amorrrr: Estan llegando un buen de elicopteros ya van 12… cuidate mucho.

Sicario: Si.

Amorrrr: Ok amor xfavor con mucho cuidado sale te amooo papiiitoo besiiiitooos

Suegra: flaco, andan entrando los federales y la marina asta aka al residencial ya van dos vueltas q se dan.

Otro sicario, identificado como Jaimes 78, se comunicó el 8 de octubre con Pozole:

Jaimes 78: Todo vien viejo tod vien?

Pozole: Si viejo akiandamos yakiero darles ps eltopon ya mecanse de andar es condido.

Más tarde, Pozole le avisó a Romeo (y): “Viejo contéstele al churros ya esta en la flor. Para que lo reciban”.

El Churros es José Luis Ramírez Arriaga, uno de los jefes de plaza de Guerreros Unidos que también se había dado a la fuga. Según las indagatorias, estaba encargado de controlar a los taxistas de la región para que estos informaran al grupo criminal sobre los movimientos “de autoridades y personas”.

Los datos del informe técnico son piezas que se agregan a la historia.

@hdemauleondemauleon@hotmail.com

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