El INE presentó hace unos meses, en una sesión extraordinaria del Consejo General, un proyecto para que la lista nominal de electores que se entrega a los partidos políticos no incluyera los datos personales de 82.4 millones de ciudadanos.

Estaba fresco el fraude cometido en Chiapas el año pasado, en el que miles de votantes fueron “rasurados” del padrón e inscritos fuera del territorio nacional (desde donde se les hizo “sufragar” por el PVEM).

Estaba fresco también el descubrimiento de que cuatro partidos, PRI, Morena, PAN y PRD, se habían valido del listado nominal para manipular los resultados de supuestas consultas populares. Explotando los datos personales contenidos en el listado, los cuatro partidos habían hecho “participar” en sus consultas hasta a un 40% de votantes que ni siquiera estaban al tanto de que dichas consultas habían ocurrido.

Desde siempre, el INE ha entregado el listado nominal a los partidos, para que éstos lo verifiquen. Desde siempre, los partidos se han llevado el listado a su casa, para luego sacarle jugo a conveniencia. Ha sido una herramienta del clientelismo electoral sin límite.

Así que, cuando el INE propuso que se restringiera la entrega de los datos del listado (a excepción de nombre, sección y distrito), y que los interesados acudieran a consultarlo al Centro de Cómputo que el Registro Federal de Electores instaló hace un año, y que costó al erario 15 millones de pesos, sobrevino la revolución.

Desde que abrió sus puertas, el Centro de Cómputo ha sido visitado únicamente 58 veces. Hasta abril de 2016, el PRD asistió en 25 ocasiones. El PAN, en 13. El Partido Humanista fue siete veces. Movimiento Ciudadano, cinco. Encuentro Social, dos. Panal y Morena sólo una.

El PRI no lo ha visitado nunca.

La versión estenográfica de la sesión del INE en que se debatió el uso y entrega del listado es un escándalo, y al mismo tiempo una delicia de la democracia mexicana. El representante del PRD, Pablo Gómez, acusó al consejero electoral Benito Nacif de que “no se da cuenta, porque no tiene la experiencia… Él ha estado toda su vida en la academia, ya después pasó a la parte electoral, pero del lado de la autoridad, del peor lado, no del lado donde están los actores relevantes, que son los candidatos, que son los dirigentes, los que organizan las campañas. Los que usan el padrón electoral”.

Dijo Gómez:

“El padrón electoral sin domicilios no sirve absolutamente para nada. No lo podemos usar en nada… Yo sé que algunos partidos utilizan esto para la compra de votos, pero no está tan relacionado con eso, sino que para el seguimiento de las campañas, las personas que visitan los domicilios hablan con los electores y les dan propaganda… De esa forma se hacen las campañas en todo el mundo. En ninguna parte del mundo los partidos políticos simplemente hacen propaganda de espectaculares, televisión y demás”.

“A ver, no se hagan los inocentes o los ignorantes —agregó el perredista—. En todas partes del mundo hay un intento de la mayoría de los partidos de tener una relación personal y directa con el elector, para lo cual se dan las visitas. Sin visita es muy difícil ganar una elección… Los partidos pequeños no sólo tienen el problema de menos dinero, menos televisión, menos radio, sino también menos gente para hacer visita domiciliaria. Ahora dicen que nos van a igualar a todos. Ahora sí ya les convino, después de vivir en la desigualdad a alguien se le ocurrió la igualdad. Qué raro, ¿no?”.

El consejero Nacif pidió el uso de la palabra, y le dijo a Gómez:

“Sí, en efecto, no tengo experiencia en el uso del padrón electoral para fines de campaña electoral, entre otras cosas, porque eso es ilegal: es ilegal el uso de los datos personales del padrón para hacer campaña”.

El consejero del PT, Pedro Vázquez, sencillamente se tiró a matar. Solicitó modificar el proyecto para que a los partidos se les entregara todo: “Número consecutivo, nombre completo, clave de elector, alfa, clave, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, sexo, dígito verificador, clave homonimia, número de emisión, estado, distrito, municipio o delegación, sección, localidad, manzana, domicilio…”.

El acuerdo alcanzado por los consejeros del INE para restringir la entrega del listado, fue impugnado arduamente por los partidos políticos. De nueve, ocho votaron en contra (sólo apoyó el acuerdo el Panal). De febrero a la fecha, los partidos cabildearon en el Tribunal para echar abajo los nuevos lineamientos.

No lo consiguieron. La semana pasada, en el TEPJF se hicieron “los inocentes o los ignorantes” y confirmaron el acuerdo.

Los partidos políticos no se llevarán a casa nuestros datos personales.

@hdemauleon

demauleon@hotmail.com

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