Nosotros no queremos entrevistar al Ejército, no queremos sustituir a la PGR —dice Carlos Beristáin, miembro del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, GIEI, encargado de investigar la desaparición en Iguala de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Beristáin afirma más adelante:

—Tampoco hemos dicho que no hubo un incendio en el basurero de Cocula.

Me he reunido con dos miembros del grupo de expertos, Beristáin y Francisco Cox, para plantearles dos dudas sobre el caso Iguala. Una de ellas: si hay una contradicción o no entre las conclusiones del GIEI y las del Equipo Argentino de Antropología Forense, EAAF, sobre lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014 en el basurero de Cocula —donde según la PGR los 43 alumnos fueron calcinados.

El GIEI afirma en el Informe Ayotzinapa que “no hay ninguna evidencia (en el basurero de Cocula) que indique la presencia de un fuego de la magnitud de una pira para la cremación de inclusive un solo cuerpo”. Un año después, el EAAF concluyó que en ese lugar no solo había sido posible quemar un solo cuerpo: ubicó los restos calcinados de al menos 19 personas, todos ellos sometidos a una “severa multifragmentación” en la que “la acción directa o indirecta del fuego es en gran medida una de las causas más inmediatas y claras”.

A partir del informe del doctor José Torero, les digo a Cox y Beristáin, los medios han repetido durante meses que no hubo incendio en Cocula, “y ahora el EAAF nos informa que sí lo hubo. ¿No hay una contradicción? No pueden ser ciertas las dos cosas”.

—Nosotros nunca dijimos que no hubo incendio en el basurero —responde Cox—. Torero dice que no hay evidencia de que ese día, por las condiciones del lugar, hubiera un fuego masivo: pudo haber un incendio en otro momento, pero no esa noche, ni en esas condiciones, ni a esa hora.

—¿Pudo ser el incendio unas horas después?

—No pudo ser a la hora que dice la PGR —responde Beristáin.

Planteo una segunda duda: ¿Por qué afirmó el GIEI que según imágenes satelitales no hubo un incendio en Cocula, si por la nubosidad existente aquella noche en la zona no era posible que un satélite determinara tal cosa?

—Nosotros dijimos que el monitoreo satelital registraba un solo punto de incendio en la zona, y que éste no correspondía a las coordenadas de Cocula. Dijimos que esa noche sí llovió en Iguala, y no se detectó un incendio en Cocula —sostiene Beristáin.

—¿Esto significa que ustedes dicen una cosa y los medios la distorsionan?

Los expertos admiten que les ha ocurrido.

—¿Podrían citar algunos otros casos?

—Algunos han sostenido que queremos interrogar al Ejército. Nosotros nunca hemos pedido eso. Cómo se nos va a ocurrir suplantar las funciones de la PGR. Lo que pedimos es que el Ministerio Público llame a declarar a militares del 27º Batallón, y que nosotros podamos atestiguar esa entrevista —dice Beristáin.

Agrega Cox:

—Tampoco hemos señalado al Ejército como involucrado en los hechos, como hemos leído en alguna parte: lo que sabemos es que el Ejército tenía información de lo que estaba sucediendo, que fue testigo de lo que ocurrió en varios escenarios y que custodió escenas…

Los expertos advierten que alrededor del caso Ayotzinapa hay una feroz guerra política “en la que la verdad ha quedado en un plano secundario”. Han advertido que un sector de la prensa se halla dividido en bandos. Dicen que el GIEI ha quedado en medio de esos bandos. Concluye Beristáin:

—En ocasiones, tanto uno como otro desvirtúan nuestras palabras, tanto uno como otro nos hacen un flaco favor.

@hdemauleon

demauleon@hotmail.com

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