El 25 de junio, tres semanas antes de la fuga de El Chapo Guzmán del penal de máxima seguridad del Altiplano, el titular de la Comisión de Seguridad Ciudadana del Estado de México, Damián Canales Mena, renunció a su cargo.

Durante los 14 meses de su gestión, Canales había mantenido una relación tirante con el gobernador de la entidad, Eruviel Ávila. El comisionado era visto, en general, como “un brazo” del secretario de Gobernación en el Estado de México.

El propio Miguel Ángel Osorio Chong le había pedido aceptar la entonces Secretaría de Seguridad Pública, luego de que la titular anterior, Rocío Alonso Ríos, presentara su renuncia a consecuencia del alto número de ejecuciones, la desbordada incidencia delictiva que ahogaba al Edomex.

Al principio, Canales se rehusó. En aquella entidad el destino más probable era el fracaso. Pero Osorio, según recordó luego el propio funcionario, le insistió: “Por eso lo necesitamos”.

La relación entre Damián Canales y Miguel Ángel Osorio Chong se oficializó en 2007. Osorio gobernaba Hidalgo. El 19 de septiembre de ese año, el secretario de Seguridad Pública de la entidad, Marcos Manuel Souverbille, fue acribillado en la carretera Pachuca-Huesca. Junto al cadáver del funcionario quedaron 20 casquillos percutidos.

El entonces secretario de Gobierno, Francisco Olvera, se apresuró a declarar que en Hidalgo no existía delincuencia organizada. Al poco tiempo se descubrió que Los Zetas habían llevado kaibiles desde Guatemala para asesinar a Souverbille, y que mandos de la propia Secretaría de Seguridad Pública del estado les habían ayudado a darse a la fuga y volver a su país.

Por lo demás, el líder zeta Heriberto Lazcano era oriundo de aquella entidad —nació en Apan en 1974. La muerte de Souverbille no fue sino un síntoma de la invasión zeta en amplias regiones del estado.

El hidalguense Canales Mena parecía ideal para reemplazar al funcionario caído. Había estado al frente de la Policía Judicial del Distrito Federal durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y era de hecho el único jefe de la judicial que había logrado mantenerse en el cargo una administración completa.

Los niveles de delincuencia fueron abatidos por primera vez, después de las últimas trágicas administraciones priístas. El funcionario combatió la corrupción dentro de la misma institución. Se le recuerda como aquel que se metió a pie entre la muchedumbre que en 2004 linchaba en Tláhuac a tres agentes de la Policía Federal (pudo rescatar con vida a uno de ellos).

“Vamos con todo”, anunció en una entrevista el día que tomó posesión en Hidalgo. La arremetida contra Los Zetas provocó la detención de 350 miembros de ese grupo criminal —e hizo que Canales fuera acusado de trabajar al servicio del Cártel del Golfo.

Osorio lo llamó de nuevo en 2013 para que asumiera la jefatura de la División de Investigación de la Policía Federal. Estuvo un año al frente de esa división estratégica y luego fue enviado de nuevo como apagafuegos al Edomex, con la misión de mantener el orden público.

Una nota de EL UNIVERSAL indica que Canales asumió el cargo cuando la estadística delincuencial de la entidad reportaba 4 mil delitos semanales en promedio; para el día de su renuncia, el Edomex mantenía un promedio de 2,800 delitos denunciados por semana. En un reporte de septiembre de 2014, el propio Canales informó que 14,567 presuntos delincuentes habían sido llevados ante el Ministerio Público por delitos contra la salud y robo con violencia, entre otros.

Sin embargo, el funcionario no hizo clic con la administración estatal. La Secretaría de Seguridad Ciudadana fue convertida a los pocos meses en una Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana: Canales quedó bajó la esfera de la secretaría general de Gobierno.

Columnas locales comenzaron a anunciar su salida.

La renuncia sobrevino el 25 de junio. Allegados al funcionario afirmaron que éste se sentía maltratado y con las manos atadas.

Tres semanas más tarde se fugó El Chapo. En medio de la crisis que esta fuga desató, el secretario Osorio debió recibir con gusto la noticia de que el apagafuegos estaba disponible.

Canales Mena fue nombrado jefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal. No sé si en esta ocasión también piense que el destino más probable sea el fracaso.

Aunque todo indique que el destino más probable sea el fracaso.

@hdemauleon

demauleon@hotmail.com

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