Por supuesto que la noticia de que Hirving Lozano juegue con el PSV a partir de la próxima temporada tiene muchas cosas positivas. Se trata de un club en el que éste terminará de formarse como profesional y que tendrá que aprovechar esta oportunidad para obtener el conocimiento y madurez que no le dieron en Pachuca.

En todos los sentidos será benéfico para este jugador, quien tiene que entender que el equipo con el que ahora jugará una de las mejores ventanas para llegar a los clubes más grandes de Europa y del Mundo. De esta institución se han ido a otros equipos jugadores como Romario, Ronaldo o Ruud van Nistelrooy.

De este tipo de futbolistas estamos hablando y si Lozano no lo entiende así, será muy complicado que pueda trascender a nivel internacional. Es joven y debe madurar para dejar atrás lo agrandado que pudo estar con el Pachuca, en donde claro que era una de las figuras y podía hacer lo que se le pegara la gana.

Pero en Holanda no será así. Estará muy lejos de ser la figura si no trabaja como se debe y obedece, con disciplina y dedicación, las órdenes de Phillip Cocu, técnico de este equipo.

Por supuesto que Lozano tiene calidad con el balón, pero para realmente convertirte en un jugador importante necesitas más que eso. Esto debe ser lo primero que este muchacho aprenda a su llegada al PSV, en donde no firman a cualquier hijo de vecina, sino que saben del potencial de este joven y buscarán pulirlo para después volver a hacer negocio con él.

Aunque hay que decir, que el negocio no será solamente para la institución holandesa ya que el Pachuca se quedó con el 20% para futuras ventas de este jugador, en una práctica que ha consolidado el equipo hidalguense y que no está mal, finalmente ese es su negocio.

Lo que si no es entendible, es que un presidente con la experiencia de Jesús Martínez salga a presumir su relación personal cuando esto es un negocio, otro negocio más porque hay que reconocer que el Pachuca se ha convertido en un club experto en vender. Nada mejor que quedarse callado porque el verdadero protagonista es el futbolista y no el directivo, quien debe entender que esa excesiva visibilidad en los medios no hace más que afectarle. Entendamos que el futbol es de los jugadores y no de los directivos.

La oportunidad que se le presenta hoy a Lozano puede ser única en su vida. Primero tendrá que regresar con la Selección Nacional (en la que deberían hacer algo para que estos viajes no sean a mitad de una concentración) y si juega en esta Copa Confederaciones hacerlo sin complejos para abonar a su imagen con su nuevo equipo, con el que tendrá que trabajar en el aspecto mental para mantenerse centrado en este triunfo que es suyo.

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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