El miércoles y muy temprano la mañana de ayer me sumé al debate en redes sociales sobre si el presidente Peña debía o no debía ir a reunirse con Trump, argumenté —a sabiendas de que no era una postura popular— las razones por las cuales sí debía ir. Ayer el tuit de Trump cambió todo.

Mi idea era llegar ante Trump con un discurso sólido, respetuoso, pero muy firme, para plantear a la Casa Blanca la importancia de la relación entre ambos países. El muro no es el único tema, también es necesario hablar de los aportes que hace México y de la importancia de la cooperación en materia de seguridad fronteriza, combate al crimen organizado, intercambio comercial, empleos, de los estadounidenses que viven en México y viceversa, y de muchas cosas más.

El tuit de Trump de ayer por la mañana cambió todo porque condicionar la reunión a que México acceda a pagar el muro es ofensivo y completamente inaceptable. Es indigno. Es la conducta de un negociador acostumbrado a salirse con la suya y que no ha entendido que no es lo mismo negociar con un país que con un proveedor.

Es una realidad que la relación entre México y Estados Unidos es de una complejidad y profundidad apabullante. Debemos estar preocupados por nuestro intercambio comercial, inversiones y cadenas de producción instaladas, pero también ellos.

¿Cuál debería ser la respuesta del gobierno mexicano? En mi opinión, y por la importancia de los temas que ya expuse, la reacción del gobierno de México debe ser con la cabeza fría. En este momento estamos decepcionados y ofendidos pero la respuesta debe ser sensata y no visceral. La respuesta debe mencionar que a pesar de que haya tomado una decisión que nos ofende, hay otras áreas de relación entre EU y México que deben ser atendidas y cuidadas. Si Trump pretendía que la visita estuviera condicionada a que México pague el muro, en efecto, no tendría sentido ir ni ahora ni en el futuro próximo.

La conducta de Trump es hostil, irrespetuosa y muy mal pensada. Ofende no sólo a los mexicanos, sino también a muchos estadounidenses de bien que hoy se avergüenzan de su presidente.

Lo más grave es que con un par de tuits y en unas horas, Trump acaba con un esfuerzo de 25 años de dejar atrás el sentimiento anti estadounidense que imperaba en México y que ahora está de regreso poniendo en riesgo absolutamente todo lo que hemos avanzado para ser buenos vecinos.

Qué barbaridad.

Analista político y comunicador.

@gabrielguerrac

www.gabrielguerracastellanos.com

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